Violencia machista
El asesinato machista de una mujer de 91 años vuelve a alertar de la violencia estructural y aún oculta en mayores
Tenía 91 años y fue asesinada presuntamente por su pareja este martes en La Laguna, en Tenerife. De confirmarse como un caso de violencia de género, Canarias registraría 104 asesinadas dede que se dispone de registros y se evidenciaría que en los últimos dos años, cuatro víctimas mortales han sido mujeres mayores de 80 años. Los asesinatos son la punta de un iceberg en cuya base y estructura se encuentran otras violencias invisibilizadas y las mujeres mayores aún tardan más en alertar de la realidad que están viviendo.
En marzo de este año, un hombre era detenido por asesinar a su tía de 85 años en Gran Canaria. El Instituto Canario de Igualdad lo condenaba como un caso de violencia machista fuera del ámbito de la pareja o expareja. En mayo del año pasado, Clotilde, de 82 años y originaria de Pontevedra era asesinada presuntamente por su pareja, Ángel, de 83 años, mientras se encontraban en Los Cristianos, en Tenerife.
Un estudio de la ULL puso de manifiesto el pasado año que una de cada tres mujeres vivió más de 50 años con el agresor antes de denunciar. La investigación reflejó además las diferencias existentes entre rangos de edad, ya que las mayores de 75 años tienen más dificultades para salir de esta violencia que las de un rango entre 65 y 75. Pero también se detectan diferencias entre el ámbito urbano y rural.
Una violencia oculta y ligada a la económica
Marta Jiménez Jaén, socióloga y una de las investigadoras a cargo de dicho estudio, reivindicaba en una entrevista con este periódico la necesidad de disponer de más recursos especializados para las mujeres mayores que han sufrido o sufren esta violencia y ayudas económicas que no sean temporales, que no estén condicionadas a la inserción laboral ni a los ingresos de la unidad familiar. También hablaba de la necesidad de una política habitacional para ellas. Dos condiciones que considera imprescindibles para que “puedan sentir que pueden afrontar un futuro con autonomía”.
El estudio de la ULL mencionaba además que se trata de mujeres expuestas a la violencia económica. El 60% de las participantes en el estudio “estaba excluida de la toma de decisiones económicas” en la vida familiar, el 55% “no recibía aportaciones económicas para los gastos del hogar”, y a la mitad “no se les dejaba realizar trabajo remunerado ni estudiar” (un porcentaje superior al que obtuvo Cruz Roja en un estudio estatal). Pero también más de un tercio de las parejas/exparejas “se apropiaban del dinero de ellas”, y casi un 30% lo hacía de su patrimonio.
A ello se le añade el factor edad. Y es que, además de sufrir violencia machista, sufren violencia por su edad. La psicóloga especializada en violencia de género Alicia Pérez también ha explicado en otras ocasiones a este periódico que “tanto el sexismo en esta sociedad como el edadismo son formas en las que se discrimina a las mujeres mayores y se da conjuntamente”.
Con estos datos en mente, en el 25 de noviembre del pasado año (día para la erradicación de la violencia de género), se puso el foco especialmente en en las mujeres mayores. La campaña institucional hizo hincapié en que “es tiempo de vivir y dejar atrás las sombras”, recordando que es posible llamar al 112, una llamada que no implica denuncia y que supone el derecho de acceder a atención psicológica, social y jurídica sin denunciar al agresor ante un juzgado o la Policía.
El repunte de asesinatos en vacaciones
Tres mujeres han sido asesinadas presuntamente por sus parejas o exparejas en las últimas 24 horas en España. Se trata de casos que elevarían la cifra de víctimas mortales por la violencia de género hasta 35 en lo que va de 2023, 1.219 desde 2003.
Las expertas alertan de que las vacaciones son un período de máximo riesgo para la violencia de género, en especial por el cambio de rutinas y la mayor exposición a la violencia al pasar más horas con el agresor, según han explicado las expertas. Ante el repunte de casos, el Ministerio de Igualdad celebró el pasado mes de julio un comité de crisis. En él, la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell insistió en el peligro de los mensajes negacionistas de la violencia de género y recordó a la ciudadanía, que su rechazo a esta violencia puede salvar vidas.
0