El asesino de Cinthia Dueña Vaca, condenado a 17 años de prisión

Renato Correa Barrios, el joven boliviano al que un jurado popular consideró culpable de un delito de asesinato con alevosía por la muerte de su novia, su compatriota Cinthia Dueña Vaca -de 19 años-, ha sido este lunes condenado por la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas a 17 años y medio de prisión y a indemnizar a la madre de su víctima con 180.000 euros.

El crimen se cometió en la noche del 1 al 2 de octubre de 2005 en la casa de la madre de la víctima, un bajo de la calle Málaga de Las Palmas de Gran Canaria al que Cinthia había llegado de su país hacía poco más de un año, después de que la pareja hubiera estado en un bar con una amiga y regresara luego junta a la vivienda, según se expone en la sentencia del caso, hecha pública este lunes.

En su relato de hechos probados, la Sección Sexta de la Audiencia Provincial, que emitió su fallo tras un juicio con jurado que consideró a Renato -de 22 años- culpable de asesinato con la agravante de parentesco, destaca que, una vez en casa, los jóvenes “se acomodaron e incluso se quitaron parte de la ropa” y que la chica manifestó a su agresor que no quería seguir con él.

Fue entonces cuando “el acusado, contrariado con la noticia y de forma sorpresiva, sin que ella pudiera defenderse, la agarró fuertemente del cuello con ambas manos presionando con sus pulgares”, prosigue el texto, que recuerda que, “ya muerta, el acusado arrastró el cadáver de la joven hasta su cuarto, lo escondió debajo de la cama y cerró la puerta del dormitorio”.

“A continuación cogió un taxi hasta su domicilio, donde se cambió de ropa y se fue de paseo a la zona de Las Canteras”, y fue al día siguiente cuando, tras hallar la madre de Cinthia su cadáver por la mañana, “fue detenido en su domicilio de la calle Joaquín Costa”.

La sentencia detalla, además, que sólo una semana antes de los hechos ya el asesino había agredido “en plena vía pública” a quien era su novia, que “formuló denuncia en comisaría, acudiendo más tarde a retirarla”.

Por otra parte, en sus fundamentos de derecho deja establecido que se ha probado que “las capacidades del acusado son plenas y tenía un recuerdo perfecto de los hechos, asume lo que ha hecho y las consecuencias, lo que, a juicio de los peritos, habla de una salud mental perfecta”.

Por ello, en su fallo se condena a Renato, “como autor de un delito de asesinato con alevosía, con la concurrencia de agravante de parentesco, a la pena de 17 años y 6 meses de prisión, con la accesoria de inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y al pago de las costas procesales”.

Al tiempo, establece que “el acusado indemnizará a doña Marina Vaca Ortiz (la madre de Cinthia), en concepto de daño moral, en la cantidad de 180.000 euros”, sumados los correspondientes intereses que, de acuerdo a lo previsto por la ley, se generen durante el tiempo que tarde en abonarla.