Salvar Canarias y la Asociación Patrimonial Tegüico se reunirán este jueves en Santa Cruz de Tenerife con la directora general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Canarias, Nona Perera, para exponerle “la destrucción” que el macroproyecto urbanístico Cuna del Alma está llevando a cabo en el Puertito de Adeje, en el sur de Tenerife, sobre restos arqueológicos aborígenes y especies naturales protegidas.
En un comunicado remitido este miércoles, estas organizaciones afirman que “la sociedad canaria está asistiendo de manera incrédula a un acelerado proceso de destrucción del borde costero de las islas”. En concreto, citan varios macroproyectos turísticos que en los últimos tres años se han dado en Tenerife: el Hotel de la Tejita (parcialmente parado) en proceso judicial, “un proyecto hotelero que ha destruido una parte de ese borde costero, impidiendo que las dunas puedan desarrollarse”; el puerto de Fonsalía, “otro proyecto de enorme inversión italiana en la zona Arico”; y el circuito automovilístico que se proyecta sobre terreno agrícola en Granadilla. A estos añaden los “reiterados intentos de calificar suelos rústicos y agrícolas como suelos urbanizables” y la “macro intervención en el denominado proyecto de Cuna del Alma en el Puertito de Adeje”.
Las organizaciones preguntarán a Perera “si no cree que en este caso existe una flagrante concatenación de irresponsabilidades”, y enumeran dos circunstancias: un ayuntamiento “que no hace su catálogo de restos de guanches” y “una promotora (Segunda Casa S.L.) que empieza unas obras con informe desfavorable en contra desde el Cabildo en cuanto al patrimonio arqueológico y finalmente destroza restos guanches”.
La sociedad canaria, afirman estas dos asociaciones, “no logra entender que en el siglo XXI, en el año 2022, los gobernantes del Gobierno de Canarias, del Cabildo, de los ayuntamientos y en particular del Ayuntamiento de Adeje, pretendan seguir colmatando de más edificaciones y de más destrucción del borde costero”, “porque, para colmo, los ayuntamientos no han cumplido el plazo legal para realizar los catálogos de bienes de patrimonio cultural, el arqueológico incluido, vencido en junio”.
Además, señalan que hay proyectos urbanizadores que “vienen de la época del franquismo, que hipotecó una parte sustantiva de los bordes costeros de Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife” y afean que las administraciones públicas hayan sido “incapaces de quitarlos del mercado inmobiliario”.
Salvar Canarias preguntará a Perera por qué el Gobierno canario permite la dejación por parte del Ayuntamiento de Adeje, que nunca ha hecho inventario del patrimonio guanche en el municipio, “pese a que es su obligación legal desde la anterior ley y con la nueva vigente desde 2019. ¿Para quién gobiernan?”
El objeto de la reunión, explican, es poner en conocimiento de la directora general de Patrimonio Cultural el nivel de “destrucción impune” que se está produciendo en valores naturales y valores patrimoniales, “patrimonio arqueológico que las jóvenes y los jóvenes alzados están defendiendo”, en referencia a las personas acampadas en las obras de Cuna del Alma para impedir la destrucción de especies protegidas.
Los activistas le cuestionarán también sobre “qué va a hacer como máxima autoridad política en patrimonio arqueológico de Canarias en relación al Puertito de Adeje y con otras operaciones que se están fraguando cercanas a Adeje para que no se siga destruyendo y poniendo en riesgo vestigios aborígenes”.
Las asociaciones le pedirán que se exija una revisión de los expedientes administrativos de todos los suelos urbanizables y rústicos donde hay en trámite operaciones urbanísticas y se hagan estudios de campo “para evitar que ocurra lo que en Cuna del Alma”.
Además, pedirán que se paralicen las obras, que se encargue un estudio detenido acerca del daño que se ha hecho ya y los valores que se van a seguir destruyendo. “Exigimos una una intervención inmediata de la Administración Pública Canaria”, añaden. “Tenemos la esperanza que la directora general ejerza sus competencias y ordene la paralización inmediata de la destrucción que se está cometiendo diariamente en la zona de las obras”.