Choque entre observatorios científicos en Canarias: unas obras del Astrofísico del Teide alteran las mediciones de la Agencia Española de Meteorología
Sondeos en nueve puntos diferentes del Parque Natural Corona Forestal de Tenerife, en lo que se conoce como el pre-parque nacional del Teide, han originado un enfrentamiento institucional entre el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Las catas las realiza el IAC para la instalación de diez nuevos telescopios robotizados Astri Mini-Array, también conocidos como Cherenkov, en la montaña de Izaña, donde se encuentra desde hace 104 años el observatorio atmosférico del mismo nombre. Junto con el de Mauna Loa (Hawai), el de Izaña es el único observatorio dedicado a la detección y monitorización del cambio climático, y la calidad de sus mediciones dependen en gran medida de la calidad ambiental del entorno.
El Cabildo de Tenerife autorizó en mayo pasado las obras, consistentes en sondeos en nueve puntos diferentes “dentro del ámbito del Observatorio del Teide”, según la documentación en poder de este periódico. Se trata, según ese informe favorable, de trabajos previos “para la posterior emisión de un informe geológico-geotécnico necesario para valorar la instalación de los telescopios”. Para hacer esas catas, la maquinaria empleada ha abierto nueve accesos de diferente longitud y cuatro metros de ancho, eliminando vegetación “en una superficie circular de 15 metros de diámetro”, dice el informe.
La zona afectada se encuentra en el Parque Natural Corona Forestal y está afectada por la Red Natura 2000 por ser una Zona de Especial Conservación (ZEC). No obstante, el Cabildo ha concluido que no es necesario exigir al promotor informe de evaluación ambiental en ninguno de sus grados.
Pero independientemente de la afectación natural de las obras, lo que ha provocado el enfrentamiento entre las administraciones son las consecuencias sobre la calidad de las mediciones en el observatorio de la AEMET. En el Cabildo de Tenerife también consta una carta del director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña, Emilio Cuevas, que es especialmente elocuente. Además de pedir la paralización inmediata de las obras, lo que no ha conseguido, Cuevas refuta que las obras se encuentren dentro de los límites del IAC, y añade que “con la destrucción del entorno natural abriendo nuevos caminos y carreteras” se genera “un grave problema para nosotros ya que la calidad de nuestras medidas a largo plazo, como observatorio del programa de Vigilancia Atmosférica Global de la Organización Meteorológica Mundial para la detección y monitorización del cambio climático, exige que el entorno se mantenga inalterado y lo más natural posible”.
El programa del que forma parte el observatorio de Izaña comenzó a operar en 1984, lo que le permite disponer de series de gases de de efecto invernadero, ozono, gases reactivos, aerosoles y otros componentes atmosféricos desde esas fechas, unas mediciones imprescindibles para el estudio del cambio climático.
El Cabildo de Tenerife solo ha exigido a los promotores que comuniquen sus movimientos a los guardas forestales para comprobar la afectación y “valorar las posibles medidas de restauración posteriores a realizar o las reforestaciones compensatorias que puedan realizarse en el entorno inmediato”.
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