Cáritas Diocesana de Canarias ha denunciado este lunes que las situaciones de exclusión se multiplican en los municipios canarios, que recortan su inversión social, por lo que la organización no gubernamental atendió a 9.716 familias entre enero y junio de 2013, un 34% más que en el mismo periodo de 2012.
Estas cifras se desprenden del informe elaborado por la institución, basado en los datos aportados por 103 parroquias y distintos proyectos, programas y áreas dependientes de los servicios generales, según informa Cáritas. En el periodo señalado, la ONG ha atendido a 3.332 familias más que en el primer semestre de 2012 y, dado que la media es de tres miembros, la acción que Cáritas lleva en la Diócesis de Canarias ha alcanzado a socorrer a 22.050 personas.
Los datos indican un empeoramiento de la realidad social de la provincia de Las Palmas y, además, los mayores incrementos están vinculados a municipios que han apostado por los recortes sociales. Cáritas sostiene que no se trata de una crisis económica sino estructural del sistema, que se ha extendido hacia la ciudadanía en general con la consecuente reducción de efectivos laborales y aumento de la tasa de paro.
La situación laboral de las personas atendidas en Cáritas durante el primer semestre del año confirma esta tendencia, ya que aumentan las personas desempleadas (4,62% más), para representar al 80,78% de los atendidos.
Peor las mujeres
Asimismo, la ONG ha observado un aumento de las necesidades sociales de manera general en toda la provincia, aunque algunas zonas han experimentado tasas de variación muy por encima del 100%, como la zona de Telde e inmediaciones, con crecimientos de pobreza de casi el 477%, que ha pasado de 205 familias a 977. También la zona parroquial de Siete Palmas, que incluye barrios como La Paterna o La Feria, destaca con una tasa de variación de necesidades sociales del 320%.
De las necesidades atendidas por Cáritas, la alimentación se consolida como el principal servicio aportado, pero crecen nuevas demandas derivadas de los recortes en medicamentos, comedores escolares y suministros. Sin embargo, necesidades intangibles, como la simple escucha, están obteniendo mayor relevancia representando el 30,20% de las atenciones, un 3,99% más que en el mismo período de 2012.
Las mujeres son las que más se acercan a la ONG, un 60% frente al 40% de los hombres, una cifra que, a juicio de Cáritas, representa una feminización de la pobreza, pues es la mujer la más vulnerable en situaciones de exclusión social. Un alto porcentaje de personas viven solas, el 26,02% y una cuarta parte de las personas atendidas no tienen un respaldo familiar. Además, 1.089 personas están sin hogar, un dato que refleja la vulnerabilidad de las personas.
En relación al estado de salud de las personas atendidas, sólo el 16,77% muestra algún problema médico o adicciones. Sin embargo, entre éstas se observa un aumento de personas con limitaciones físicas y psíquicas (30,14% y 22,10% respectivamente), posiblemente por la reducción de prestaciones de dependencia.
Además, aumentan las personas sin ningún tipo de ingresos, ya que hasta ahora muchos ciudadanos en el umbral de la pobreza recibían algún tipo de prestación, bien de los servicios sociales o prestaciones de la seguridad social. No obstante, la prolongación y consolidación del desempleo y los recortes sociales públicos han limitado el acceso a las mismas y el 50,91% de las personas atendidas ya no disponen de ningún ingreso.