Una avería en la patrullera de la Guardia Civil que colisionó con una patera en Lanzarote fue la causante de este accidente que se saldó con la muerte de uno de los inmigrantes que iba a bordo, además de la desaparición de otros siete. Así lo ha confirmado la Delegación del Gobierno en Canarias en un comunicado. El Juzgado Número 3 de Arrecife es el encargado de instruir las diligencias correspondientes tras la investigación que se lleva a cabo sobre la colisión.
En este sentido, ha precisado algunos detalles de lo ocurrido. Al respecto apunta a que a las 00.35 horas del pasado jueves, cuando la patrullera 'Cabaleiro' prestaba servicio de vigilancia, recibieron a través del radio teléfono SIRDEE una llamada del COS de la Comandancia de Las Palmas en la que se informó que el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) de Lanzarote había avistado un eco sospechoso próximo al Cabo Ancones que por rumbo, tamaño y velocidad podría tratarse de una patera.
Aproximadamente a las 01.30 horas, cuando la patrullera se dirigía al punto indicado, saltaron las alarmas acústicas y luminosas que avisan de una avería y comprobaron que quedaba “mermada considerablemente la capacidad de maniobra” de la embarcación.
Tras avisar de dicha avería, se dispusieron a dirigirse al puerto de Arrecife para intentar hacer las reparaciones oportunas, pero sobre las 02.00 horas, y encontrándose a unas 3 millas del puerto, se detectó en el radar de la patrullera y se comprobó con la cámara térmica que se trataba de una patera ocupada por un número indeterminado de personas.
Posteriormente, “y para evitar que esta última siga rumbo a una costa muy accidentada, de fondo rocoso y escarpado”, la patrullera maniobró para cortarle el rumbo y evitar que la embarcación se dirijiese a ese punto. La Delegacíon asegura que “en todo momento” navegó con las luces de navegación encendidas.
Tras este hecho, “los agentes observaron como el patrón de la patera sueltó el timón de la misma y, con el objeto de no ser identificado, se arrojó sobre los ocupantes de la embarcación con la intención de confundirse entre ellos, dejando a la embarcación sin gobierno”.
De esta forma, “el patrón de la patrullera de la Guardia Civil intentó efectuar un cambio de rumbo a babor, para evitar la colisión, pero no respondieron los elementos de gobierno, por lo que impactó con la patera de forma irremediable”.
Tras la colisión, observaron como varios ocupantes de la patera permanecían en su interior, mientras que otros se encontraban en el agua, a los costados de la embarcación. La patrullera, tras avisar a Salvamento Marítimo de Arrecife, lanzaron al agua todos los elementos flotantes que pudieran servir para el auxilio de los inmigrantes.
Finalmente, se indicó que “uno de los Guardias Civiles se lanzó al agua para socorrer a las personas que se encontraban más alejadas de la patera y de la patrullera, consiguiendo salvar la vida de al menos dos de los náufragos”.