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El Cabildo de Gran Canaria pide a la ciudadanía que no suba a la cumbre ante el riesgo de un gran incendio forestal por el agravamiento de las condiciones climáticas

El Cabildo de Gran Canaria ha pedido  a la ciudadanía que no suba a la cumbre ante el riesgo de un gran incendio forestal por el agravamiento de las condiciones climáticas.La isla se enfrenta  desde este jueves a condiciones propicias para un gran incendio forestal, ya que el peligroso cóctel de altas temperaturas de hasta 42 grados, desplome de la humedad, vientos y el estrés hídrico abre de par en par la denominada “ventana GIF”.

“Esta situación muy adversa, que ha conllevado la declaración de alerta máxima por riesgo de incendios forestales por parte del Gobierno canario a partir de la medianoche de este jueves, se extenderá al menos hasta el lunes, por lo que los días centrales, los del fin de semana, serán aún más delicados por la usual afluencia de personas, si bien este fin de semana es recomendable que opten por cualquier otro plan, pues pequeños accidentes también generan incendios en esta situación, aparte de las desobediencias, para lo que los helicópteros sobrevolarán la isla para dar aviso a las autoridades sobre la marcha”, asegura el Cabildo en un comunicado.

Las previsiones apuntan a picos de calor de 38 a 42 en la cumbre y en la cuenca sur, a la vez que la humedad relativa se desplomará por debajo del 30% en un escenario donde también irrumpirán vientos fuertes para completar este cuadro de riesgo muy alto justo cuando se cumple un año del inicio de los grandes incendios forestales de agosto de 2019. 

Prohibidas las barbacoas y la maquinaria que genere chispas

La declaración de alerta máxima endurece las prohibiciones que establece el Cabildo hasta el 30 de septiembre en la campaña contraincendios, así que quedarán prohibidas no solo las barbacoas portátiles, sino utilizar los lugares habilitados para hacer fuego, el carboneo y las fogatas para la apicultura, así como el uso de maquinaria que genere deflagraciones o chispas, como radiales, motosierras, equipos de soldadura o desbrozadoras, al margen por supuesto de los fuegos artificiales y todas las prohibiciones que entran en vigor solo por ser verano, como las quemas de rastrojo y de cualquier tipo.

La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo tiene potestad para ordenar más prohibiciones y restricciones en función de las condiciones meteorológicas y riesgos que aprecie para las masas forestales y la población, así que también recomienda a la ciudadanía que permanezca atenta a los avisos en su perfil oficial de Twitter. 

El Cabildo de Gran Canaria insiste en que la colaboración ciudadana resultará esencial en esta situación para impedir que cualquier descuido o negligencia, o incluso un pequeño accidente, se convierta en otra gran herida medioambiental y social en la Isla, donde las investigaciones arrojan un patrón de causa humana, por eso es mejor no subir, porque también los pequeños accidentes, un motor de un coche, puede generar un incendio, como a punto estuvo de suceder hace unas semanas en Artenara, donde se incendió un furgón y un helicóptero tuvo que enfriar la ladera contigua para evitar lo peor, y no es el único caso.  

La Institución insular mantiene en plena alerta su operativo de vigilancia, prevención y extinción de 240 profesionales que incluye los dos helicópteros con base en Artenara que en este caso ofrecen también ojos para divisar desde el aire cualquier tipo de incumplimiento, captar las coordenadas y dar aviso a los agentes de Medio Ambiente, por lo que harán vuelos disuasorios, una de sus importantes funciones. 

Las extremas condiciones meteorológicas que afronta durante los próximos días Gran Canaria vuelven a poner a prueba la responsabilidad social y confirman el incremento en número e intensidad de este tipo de episodios y su especial incidencia en la Isla, esta vez por a causa de una profunda borrasca, ‘Ellen’, que acarrea el riesgo de ciclogénesis explosivas en la Península y el aumento repentino de entre 5 y 10 grados en Canarias, situación que pone en jaque de nuevo a los castigados bosques de Gran Canaria.