El Pino de Pilancones tendrá una replica. Sin embargo, para disfrutar de su envergadura y altura deberán pasar otros 400 años. “El pino debe crecer, reproducirse y morir”, precisó el consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Juan Salvador León. La única diferencia del nuevo árbol es que su nacimiento se gestará a partir de un injerto del desaparecido árbol de la zona de Ayagaures.
El consejero explicó que para que el clon del Pino de Pilancones sea un éxito se ha contado con la presencia de Enrique Sastrecallejo, principal experto estatal en injertos de coníferas y técnico del Ministerio de Medio Ambiente. El Cabildo adelantó este jueves por la mañana que Sastrecallejo ya ha recogido muestras del emblemático pino y ha explicado a los técnicos del Cabildo su procedimiento para realizar injertos de árboles.
“Estoy convencido de que será un éxito porque el pino canario tiene una extraordinaria capacidad de regeneración. Cuando visité la zona afectada por el incendio de Gran Canaria, pude distinguir nuevos brotes en los árboles quemados”, puntualizó León.
Con respecto al Pino de Pilancones, el consejero precisó que era una muerte anunciada, porque desde que en tiempos pasados se le comenzó a extraer la tea, le debilitaron. Aunque tampoco tiene porque acabar todo con su caída, “ya estamos trabajando en su clon” y la Asociación de Vecinos de Ayagaures ha solicitado un trozo del Pino para realizar un monumento, “un proyecto que el Cabildo todavía está estudiando”, matizó.
“El clon no es descabellado si tenemos en cuenta que no sólo era un árbol centenario con nombre propio, sino que era un emblema para muchos ciudadanos que quisieron expoliar parte de sus restos, lo que nos obligó a acordonar la zona”, aseguró León.
Pinzón azul
El Cabildo este jueves no sólo se centró en adelantar “la buena nueva” del futuro doble del Pino de Pilancones, sino que informó cómo los avistamientos del pájaro endémico pinzón azul han sido “numerosos”. “Ya se han anillado 30 pájaros y se espera que en su época de apareamiento aparezcan más aves”, explicó León. “Todo esto demuestra que las voces agoreras que preconizaron la muerte de la especie estaban equivocadas, porque esta especie tonta no es y ha sabido buscarse las castañas”, subrayó.
En este sentido, desde el Cabildo se confirma que el pinzón azul, para su supervivencia, se ha mudado de las zonas que le eran características y que resultaron dañadas por el fuego. “Están adaptándose a las circunstancias, como hacen todas las especies”, concluyó León.