El Cabildo de Gran Canaria se suma al reclamo de las víctimas del franquismo por recuperar los restos de sus familiares que fueron asesinados y enterrados en la fosa común de Las Palmas. La Corporación se compromete a buscar un acuerdo con el Ayuntamiento de la capital de la Isla, titular del cementerio, para sacar adelante este proyecto.
Según indica el consejero de Cultura de la Institución, Carlos Ruiz (NC),de acuerdo a la Ley de de 27 de septiembre de 2011, donde se establece el protocolo para la exhumación de fosas comunes, es necesario en primer lugar, pedir autorización al titular del terreno. Por ello, queda pendiente que en las próximas semanas hablen con el Consistorio para poder alcanzar un consenso.
La exhumación de esta fosa es una causa que llevan años defendiendo las familias afectadas, especialmente a través de la Plataforma de Familiares Fusilados de San Lorenzo y el Foro Canario de Víctimas del Franquismo, que han pedido en diversas ocasiones celeridad al Consistorio en este asunto. Por este motivo, presentaron al Cabildo un informe de la ARDF Desaparecidos, elaborado por Santiago Carcas donde se concluye que se trata de un proyecto viable.
El presidente de la Corporación Insular, Antonio Morales y el consejero de Cultura, Carlos Ruiz, tras recibir este informe, se reunieron con el portavoz de la Plataforma de Familiares de Fusilados de San Lorenzo, Francisco González. Un encuentro que tuvo lugar el pasado 27 de octubre y donde el Gobierno Insular manifestó su voluntad de contribuir en esta causa.
Ruiz expone que el técnico del Cabildo Javier Velasco redactó un informe, teniendo en cuenta el elaborado por la ARDF Desaparecidos, y estimó que la exhumación podría ser viable. No obstante, también precisa que es necesario elaborar un proyecto más completo en el que se establezca un protocolo y se incluyan más datos documentales.
El consejero explica que en el informe se recoge que hace 18 años se abrió la fosa y se llevaron restos mortales al cementerio del Puerto, algo “que habría que documentar”, indica. No obstante, Santiago Carcas matiza que estos fósiles que se extrajeron no afectaron al cuartel número seis de la fosa, donde se fueron enterrados represaliados.
En este sentido, Ruiz añade que es necesario pedir autorización a las familias, ya que en la fosa no sólo se encuentran familiares de represaliados del franquismo, por lo que habría que publicar los nombres en los boletines oficiales, por ejemplo, y contactar con ellos. No obstante, la Ley de memoria histórica recoge este punto como ayuda a las familias.
“Nuestra voluntad es seguir trabajando por la recuperación de la dignidad de estas personas”, insiste Ruiz, que comprende la “urgencia” a la que han apelado las asociaciones de memoria histórica sobre este asunto. De hecho, Francisco González, también autor del libro Tormenta en la memoria, ya ha explicado en más de una ocasión que su padre, Diego González, de 90 años, mantiene la ilusión de poder recuperar el cuerpo de su padre, Francisco González, sindicalista de San Lorenzo fusilado y que se encuentra en esta fosa común junto al alcalde del entonces municipio de Gran Canaria.
El portavoz de la Plataforma de Familiares Fusilados de San Lorenzo se ha mostrado muy crítico con el hecho de el Ayuntamiento de la capital grancanaria no haya sido más contundente en este asunto. Actualmente, el Consejo Asesor de la Memoria Histórica del Consistorio sigue valorando dos informes que se han presentado por esta causa, el de Santiago Carcas, partidario de abrir la fosa y otro del Foro Estatal de la Memoria Histórica, que opta por otra vía.
Según el concejal de Participación Ciudadana, Sergio Millares, la decisión de este órgano servirá sólo para asesorar al Ayuntamiento, pero no tiene la última palabra. También añade que pronto se conocerá la valoración. No obstante, este asunto ha alejado al Foro Canario de Víctimas del Franquismo y la Plataforma de Familiares Fusilados de San Lorenzo de dicho Consejo y del edil, ya que temen que finalmente se decanten por el segundo informe.
El Cabildo afirma que se suma a la lucha de estas personas que creen de “justicia” su reclamo. Por ello, también quieren bajar a la Sima de Jinámar, símbolo de la represión franquista en la Isla, y posteriormente hablar con los propietarios sobre una posible futura exhumación de los cuerpos de represialiados que fueron arrojados a este agujero volcánico. También se manifestó en esta reunión la posibilidad de hacer un homenaje a las víctimas en este punto y de otro en la Marfea.