El calado del 90% de los túneles planteados en el proyecto de la segunda fase de la carretera de La Aldea (Gran Canaria) concluirá este mes, según ha informado la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias.
Este lunes se ha culminado la perforación del túnel número 10, y la próxima semana el calado del número 6, ambos en zonas abruptas y de gran desnivel dentro del trazado de la nueva vía.
La unión de empresas encargada de las obras ha ejecutado las voladuras necesarias dentro del túnel número 10, de 600 metros de largo, el más cercano al municipio de Agaete, para completar la perforación completa de la galería. Tras las voladuras se está procediendo al desescombro y afianzamiento de las paredes de la cavidad para garantizar la estabilidad de la nueva estructura.
Tras las voladuras, comienza una fase de excavación en mina que se prolongará varios días y que conllevará trabajos de sostenimiento del terreno a base de gunitado, es decir, la proyección de hormigón sobre las paredes de roca para conseguir una superficie uniforme y resistente sobre la que poder operar posteriormente.
El próximo lunes, si todo transcurre según las previsiones, se iniciará el calado del túnel número 6, de 800 metros de largo, entre los barrancos de La Palma y el de Guayedra.
Gran complejidad
Debido a la accidentada orografía de esta zona de la isla de Gran Canaria, la obra presenta una gran complejidad ya que implica la construcción de ocho túneles, dos viaductos y tres enlaces. El 70% del recorrido de este nuevo tramo de la carretera es subterráneo, minimizando por tanto el impacto medioambiental en el entorno que atraviesa. Con la perforación de estos dos túneles, solo restaría el número cinco, de 400 metros.
Aunque con el modificado que está a punto de aprobarse, se incluye un nuevo túnel de 35 metros, que se llamará de La Aulaga, para salvar una zona de alto valor arqueológica, según los técnicos del Cabildo de Gran Canaria, que se descubrió durante las labores de preparación de las obras de perforación.
La UTE, formada por las empresas Ferrovial-Agromán-Acciona Construcción-Lopesan y Bitumex, mantiene en esta obra un gran despliegue de trabajadores y maquinaria realizando tareas de perforación en los túneles y en obras de drenaje, de muros y movimientos de tierras de los futuros enlaces.
Las obras continúan “a buen ritmo, sin ninguna afectación”, tras solventar las últimas incidencias en torno a la calidad del hormigón, asegura la Consejería.
Tras detectar estas anomalías, a principios de verano, Obras Públicas reclamó a la UTE la creación de un laboratorio a pie de obra y el refuerzo de los hormigonados ya acabados y cuya calidad no cumplía con los estándares exigidos (apenas el 1,8 % de todo el gunitado ya ejecutado), trabajos que ya se están realizando.
Además, se ha mejorado ya la calidad de los hormigones con una nueva fórmula de trabajo con humo de sílice que garantiza la resistencia a mayor compresión.