Canarias negocia un calendario propio de desconfinamiento

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

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El Gobierno de Canarias negocia con el Ministerio de Sanidad la posibilidad de que su comunidad tenga un calendario diferente de desconfinamiento, por su menor índice de casos y por su propia condición geográfica de islas, pero también por los problemas de salud de su población.

“Tenemos más problemas de obesidad, de diabetes, de enfermedades cardiovasculares y no queremos que la gente esté en casa de forma sedentaria”, ha señalado el portavoz del comité científico que asesora al Gobierno canario, Lluis Serra-Majem, catedrático de Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Al término de la reunión que ha celebrado este lunes este comité científico con el presidente de Canarias, Serra-Majem ha subrayado que la evolución de la pandemia en estos momentos en las islas es “muy satisfactoria en el número de contagios, en el número de hospitalizaciones e, incluso, en el número de defunciones”.

Y, al respecto, ha subrayado que el índice de contagiosidad en las islas llegó a superar el 5, lo que suponía que cada enfermo de Covid-19 contagiaba a cinco personas más. Hoy, ese índice ha caído en Canarias al 0,6, dato que indica que cada enfermo no llega a contagiar siquiera a otra persona, como término medio. “Y esto no lo ha conseguido ningún Gobierno, lo han conseguido ustedes quedándose en casa, pueden estar seguros de que ha sido así. Y, por supuesto, los sanitarios”, ha señalado.

Serra-Majem se ha referido también a cómo será “el desconfinamiento”, que avanza que se implementará de forma “escalonada” y conforme a las pautas que marque el Gobierno central. “Pero, dada la singularidad geográfica y sanitaria de nuestras islas, se ha creado una comisión dentro de la propia Dirección General de Salud Pública que va negociar, a discutir con el Gobierno central de qué manera nosotros podríamos desconfinarnos a un ritmo distinto al de muchas otras comunidades autónomas”, ha apuntado.

¿Qué ocurrirá a partir de entonces?, plantea el propio catedrático. Pues que “habrá que evitar aglomeraciones”, probablemente se tomarán medidas como “reducir el aforo de los restaurantes” y, seguramente, los ciudadanos incorporarán a su vida diaria el uso de la mascarilla; no tanto para protegerse a sí mismos de contagios, precisa, sino para evitar infectar a otros.

“Este virus tiene la particularidad de que una parte de los enfermos son asintomáticos, pero pueden contagiar durante muchos días. Y en esto el uso de la mascarilla nos va ayudar mucho”, señala.