La organización Canarias Insumisa se ha mostrado este jueves en contra de la ubicación elegida por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para el futuro escenario del Carnaval, en parque del Estadio Insular, y propone en su lugar recurrir al “amplio espacio no utilizado” por la Marina en la Base Naval. En su opinión, es “el espacio más idóneo, ya que nuestra importante fiesta no afectaría al desarrollo de la vida cotidiana de la Ciudad y no molestaría a ninguna vecina o vecino, ni con el ruido, ni con la concentración masiva de participantes”.
El emplazamiento elegido por el Ayuntamiento ha provocado protestas vecinales, ya que se pretende trasplantar a una nueva ubicación los árboles que actualmente allí existen. Sin embargo, si se instalase en la Base Naval, se evitaría ese traslado, incluido el del “olivo plantado en 2016 en homenaje y solidaridad del pueblo canario con la resistencia del pueblo palestino”, subraya Canarias Insumisa.
La organización añade que sería este, además, “un gran paso en la reivindicación histórica de nuestra ciudadanía en la recuperación de la Base Naval, zona fundamental para el desarrollo de la Capital cara al mar”.
En su opinión, la Base Naval impide que la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria se abra al mar en una zona estratégica, ya que está enclavada junto a la playa de Las Alcaravaneras, al lado de un club náutico, en la desembocadura de una de las principales zonas comerciales de la ciudad, frente al muelle de cruceros, próximo al intercambiador de transporte público y al Parque de Santa Catalina, el más emblemático de la ciudad.
La organización recuerda que la Base Naval “fue ocupada por orden del general Franco en los años cuarenta y así sigue 75 años después. Y sin pagar un céntimo”. E incide en que se ha votado a favor de su desmilitarización tanto en el Ayuntamiento como en el Parlamento, en el Congreso y en el Senado y, sin embargo, “la Armada sigue sin dar su brazo a torcer”.
Canarias Insumisa incide en que hace pocos meses se cumplieron los 75 años de la presencia de la Armada en el corazón de la capital grancanaria. “Se ocuparon manu militari 15.000 metros cuadrados, propiedad de la Junta de Obras del Puerto que se utilizaba para la exportación de fruta y el tráfico pesquero. Fue una ocupación coactiva provisional que incumplió todos los requisitos exigidos para una expropiación, incluso de tipo militar”, afirma.
Todas las instituciones democráticas han pedido su desmilitarización, insiste. Esta reclamación, que se remonta a finales de los años 70, ha dejado claro que “la sociedad grancanaria no comparte el entusiasmo con que el Ejército saca pecho de una ocupación, por la que además jamás ha abonado ni un solo euro. Y ello a pesar que portavoces de Defensa han llegado a reconocer la obsolescencia de la Base Naval”, remarca Canarias Insumisa.
Se ha de denunciar que hoy la Base Naval incluye usos residenciales y deportivos no militares de uso exclusivo de goce y disfrute para sus actuales ocupantes, añade. “Hace 75 años ya que sólo los militares celebran un acontecimiento que inició una batalla que la ciudad pierde año tras año”.
Por ello, la organización considera que la devolución a la ciudadanía de este espacio militar sería un “paso decisivo en la conquista de convertirnos en zona desmilitarizada, de paz y neutral, como mejor garantía de seguridad para nuestro pueblo”.
En definitiva, “un avance histórico en el reconocimiento del Estatuto de Neutralidad para Canarias”.
Canarias Insumisa resume su reivindicación en tres puntos: defender los árboles del parque del Estadio Insular, devolver a la ciudad la Base Naval y montar el escenario del Carnaval en el espacio no utilizado por la Marina.