El Gobierno de Canarias asegura que sí incluirá en el grupo prioritario de vacunación contra la COVID a personas dependientes que aún no hayan sido valorados para recibir la prestación que les correspondería por la ley de dependencia. También priorizará a estas personas pese a que no hayan solicitado ninguna ayuda en el marco de esta ley. Así lo han explicado las consejerías de Sanidad y la de Derechos Sociales del Gobierno regional, que matizan que “la vacunación se realizará con independencia de la solicitud y de la situación jurídica de la persona”.
Para que una persona dependiente entre a formar parte del listado de grupos prioritarios se tendrán en cuenta los informes que consten en su historial médico del Servicio Canario de Salud, utilizando el llamado Índice Barthel para determinar si una persona puede realizar por sí misma actividades cotidianas. Los grandes dependientes (con mayor grado) se encuentran en el grupo III de la campaña de vacunación según los criterios de Canarias, donde se espera comenzar en los próximos días al igual que con los mayores de 80 años.
Se trata de un calendario, no obstante, que se ha visto alterado por los retrasos en la llegada de las dosis. Por ello Sanidad informa que se está priorizando, en primer lugar, que se pueda garantizar la segunda dosis a las personas que ya se la han puesto (mayores en residencias o centros sociosanitarios y personal de estos centros, principalmente), terminar de vacunar al personal sanitario y a la plantilla de los hospitales privados.
Más de 16.000 personas esperan la valoración
La asociación de directores y gerentes en servicios sociales advertía este martes de que en toda España hay 313.000 grandes dependientes a la espera de la vacuna. En el caso de Canarias, según los datos del IMSERSO de diciembre de 2020, hay 16.059 personas que han pedido la ayuda a la dependencia pero se encuentran a expensas de ser valorados. De ellos, un 30% se corresponden con el mayor grado de dependencia, el considerado como “grandes dependientes” que se incluyen en el III grupo de prioridad en las vacunas contra la COVID-19.
“A estas personas se las deja al albur de que un médico o médica acredite enfermedades que requieran apoyos para la vida diaria, como si el personal de medicina estuviese especializado en valoración de la dependencia, además de darles una nueva actividad que sobrecargue aún más su trabajo y sature, más si cabe, los servicios sanitarios en plena pandemia”, reprocha el director de la asociación, José Manuel Ramírez, en un comunicado.
En cuanto a las personas con este alto grado de dependencia reconocido, según los datos del IMSERSO, son 11.597.
Otro de los aspectos cuestionados por la asociación de directores y gerentes en servicios sociales es que las personas cuidadoras, en su mayoría mujeres, se quedarán fuera de estos grupos prioritarios. “Hay 133.679 personas cuidadoras no profesionales que deberían ser vacunadas por estar cuidando a las personas grandes dependientes en el Grupo IV” señala. En el caso de Canarias, son 3.470.