Cárcel por intentar quemar a sus padres

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a P.J.G.P, con antecedentes penales, a 20 años de prisión por intentar quemar a sus padres cuando estos se encontraban en su casa de Las Palmas de Gran Canaria, según publica Europa Press.

El autor de los hechos, según recoge el fallo de la sentencia, se encontraba circunstanciado como autor criminalmente responsable de un delito consumado de quebrantamiento de condena, dos delitos consumados de malos tratos habituales y dos delitos de asesinato en grado de tentativa ya definidos, concurriendo respecto de todos ellos por la atenuante analógica de drogadicción.

El tiempo máximo que se le ha fijado de cumplimiento efectivo de prisión asciende a 20 años. Asimismo, deberá indemnizar a su progenitor con 3.600 euros.

Los hechos se remontan al 16 de noviembre de 2011, día en el que el acusado que venía dominando y sometiendo a su voluntad, de forma constante y reiterada a sus padres, ambos de avanzada edad y en sillas de ruedas, alterado al no encontrar una papelina de heroína, propinó a su madre varios puñetazos en la cara mientras que a su padre lo pateó en repetidas ocasiones hasta dejarlo tumbado en el suelo sin que ninguno de los dos tuvieran posibilidad alguna de moverse por sus propios medios debido a sus enfermedades.

Posteriormente, y con la finalidad de acabar con la vida de sus padres, según se recoge en los hechos probados de la sentencia, el procesado, tras acumular diversas prendas de ropa en una habitación, a cuya puerta estaba tumbado su padre y junto a la que se encontraba su madre, le prendió fuego, así como al colchón de la cama que allí había, y seguidamente se tumbó en el pasillo de la casa, alejado del fuego y con un cuchillo debajo de su cuerpo.

La madre pudo alertar a los servicios de emergencia, y al llegar al lugar bomberos y policía local de Las Palmas de Gran Canaria sacaron a los padres del procesado, que estaban viéndose afectados por el humo y el calor del incendio que posteriormente pudieron apagar, mientras que los agentes detuvieron a P.J.G.P.

Finalmente, no se ha demostrado que el incendio provocado por el acusado generara peligro para las personas que habitaban las viviendas colindantes, y se recoge que P.J.G.P. cuando cometió los hechos presentaba un trastorno por consumo de sustancias unido a un trastorno de personalidad antisocial que disminuía, levemente, sus capacidades intelectivas y volitivas.