Las peticiones de ayuda a Cáritas en Canarias decrecieron un 15% durante el 2015, tras haber caído ya un 5% durante el año anterior, según datos aportados este jueves por la propia ONG de la Iglesia, que no obstante advierte de que la crisis aún no ha acabado para miles de personas.
Cáritas atendió el año pasado de forma directa a 30.828 personas en todo el Archipiélago, 11.498 en la provincia de Las Palmas y 19.330 en la de Santa Cruz de Tenerife, pero la propia entidad estima que su apoyo llega de informa indirecta a casi el doble de beneficiarios, casi 55.000 personas.
El obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases, y vicario general del Obispado de Tenerife, Antonio Pérez Morales, han presentado este jueves en las dos islas capitalinas el balance de actividad de Cáritas y el perfil de las personas que recurren regularmente a su ayuda en esta comunidad autónoma.
Francisco Cases ha recordado que la misión de la Iglesia es denunciar lo que no funciona, hacer ver las injusticias y, también, “arrimar el hombro” para trabajar por la solución de los problemas sociales, misión que desempeña Cáritas.
En su opinión, la culpa de la pobreza y de la exclusión social “no es un tema de siglas” ni de ninguna opción política en concreto, sino que corresponde “a todos, porque nadie está libre del egoísmo”.
Francisco Cases ha subrayado que, aunque se anuncie el fin de la crisis económica, “existen sectores de la sociedad que no sienten una mejoría de su situación”.
El obispo de la Diócesis de Canarias ha aludido al peligro de una “globalización de la indiferencia” ante la cronificación de la pobreza y ha explicado que tanto el Papa Francisco como la doctrina social de la Iglesia han planteado la necesidad de un cambio de modelo que promueva mayor justicia e igualdad entre las personas.
Según Francisco Cases, el tener hijos en Canarias ya es “casi una causa de pobreza” y ha alertado de que la natalidad haya descendido al 1,03 por mujer, cuando debería haber un 2,1 para evitar que la sociedad envejezca.
El director regional de Cáritas Diocesanas, Gonzalo Marrero, ha recordado que la tasa de pobreza de Canarias es muy alta -“ronda el 30%”- y que, además, 280.000 personas están en situación de desempleo en las Islas.
Asimismo, ha alertado de que se está acercando a Cáritas solicitantes de una nueva categoría social, la del trabajador con empleo precario, y ha agregado que Canarias tiene el récord nacional de contratos de menos de una semana.
El 80% de las personas que atiende Cáritas están en situación de desempleo, el 70% de ellos solicita ayudas de alimentos y más de la mitad de estos necesitan “ser acogidos, escuchados y acompañados”, ya que son personas mayores que viven en soledad.
También ha incidido Marrero en el aumento de las personas que acuden a Cáritas para buscar empleo y orientación laboral, un 80%, y ha destacado que el 3% de ellos, 350 personas, son personas con estudios universitarios que están buscando un puesto de trabajo.
Marrero está preocupado por las 2.092 personas que están sin un hogar en Canarias -1.608 en la provincia de Las Palmas y 484 en la de Santa Cruz de Tenerife- y también porque unas 7.000 personas a las que atiende Cáritas carecen de recursos y, en un 30%, no tienen alguna prestación social.
Además, el director de Cáritas ha subrayado que las familias con menores a su cargo (el 42% de las que atendió en 2015) cuentan con un mayor riesgo de permanecer en una situación de exclusión social y ha mostrado su preocupación por la existencia de una espiral de pobreza que imposibilite a las personas y familias aspirar a la mejora de sus condiciones de vida.
En la rueda de prensa también se ha resaltado la importancia del trabajo que realizan los 2.118 voluntarios de la entidad en Canarias y el Obispo de la Diócesis de Canarias ha destacado “la solidaridad de los canarios”.