El colegio de Fisioterapeutas de Canarias ha advertido este sábado de que la lista de espera para la reasignación de sexo es de hasta cuatro años en las Islas. Y es que, estas intervenciones son derivadas al Hospital Universitario de Málaga al carecer el Servicio Canario de la Salud de equipos médicos especializados.
Esta situación, han denunciado que dilata aún más la espera para estos pacientes ya que se unifican las listas de Andalucía y la de Canarias. Así lo ha explicado María Hinojosa Pareja, psicóloga del colectivo Gamá LGTB, que participó en las I Jornadas online de Fisioterapia en la Reasignación Sexual organizadas por la Comisión en Uroginecología y Obstetricia del Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Canarias en colaboración con Gamá LGTB.
La especialista ha recordado que no todas las personas trans en el Archipiélago ven necesaria una cirugía de reasignación sexual. “De las 450 personas trans que participan en esta asociación, solo un 10% ve imprescindible el acceso a una cirugía de reasignación de sexo”, asegura. Aún así, “las personas que cada año entran en las listas de espera son más de las que salen y el sufrimiento psicológico que sufren las que lo solicitan es alto”, apuntó.
Se trata de una cuestión que puede confirmar Joana Cabrera Berger, especialista en medicina familiar y comunitaria y que además es coordinadora del servicio TRANSCAN del SCS. Durante su exposición en este encuentro digital, señaló que “no hay cuerpos ni mentes perfectos. Lo importante es aceptarse a uno mismo”, e indicó que la mayor parte de las solicitudes de cirugía de reasignación sexual que se reciben en la sanidad pública canaria son de mujeres trans (vaginoplastias), mientras que los hombres trans, por la complejidad de la misma tienden a utilizar prótesis en lugar de realizarse una faloplastia (técnica quirúrgica en la que se crea un pene con tejido de otras partes del cuerpo), y en su caso aspiran generalmente a mastectomías de masculinización (extirpación de las glándulas mamarias).
“Los números que manejamos de operaciones que se realizan anualmente de personas trans* del Archipiélago ya nos dicen que sería operativo la formación de unidades de CRS por parte del Servicio Canario de la Salud que trabajen como parte del equipo multidisciplinar de atención a las personas trans”, sostiene. “Están tardando en llamar a la lista de espera entre cuatro y seis años, porque depende del Servicio Andaluz de Salud, pero hemos llegado a tener 10 años de espera en estas solicitudes. Hay personal formado para ello, pero falta todavía sensibilización y que se materialice”, puntualiza.
Los últimos datos, relativos a 2018, indican que entre la vía privada y la pública se realizaron un total de 140 mastectomías, 60 mamoplastias y 40 genitoplastias (22 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y 18 en la provincia de Las Palmas). En su opinión, estos equipos deben partir de una red principal en la que participen médicos especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria, en Cirugía, en Ginegología y Obstetricia, así como trabajadores sociales, psicólogos, enfermeros, matronas, logopedas, foniatras y también fisioterapeutas, entre otras especialidades y categorías profesionales.
La fisioterapia y las personas trans
El conocimiento sobre qué beneficios tiene la fisioterapia en el proceso de reasignación sexual tanto quirúrgico como no quirúrgico continúa siendo en muchos casos inexistente en la sanidad pública española, en la que no existen protocolos que integren la figura del fisioterapeuta en los equipos de atención a las personas trans. Es por eso que el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Canarias (COFC) solicita que se incorpore la figura del fisioterapeuta en el circuito sanitario público canario, para que puedan al menos tener un tratamiento postoperatorio adecuado y que sea prestado de forma gratuita.
“La fisioterapia es imprescindible en el tratamiento hormonal y en el tratamiento postquirúrgico de estos pacientes para tratar las cicatrices, para hacer un adecuado seguimiento con los dilatadores y para el abordaje del dolor ocasionado por la cirugía y las posibles adherencias”, asegura Sara Giol Prieto, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico, que también participó en estas Jornadas.