La sección sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado al ciudadano alemán Roland Figge a 35 años y 10 meses de prisión por abusar de cuatro menores de entre nueve y once años en Lanzarote a partir del año 2005.
La Fiscalía de Las Palmas pedía más de 52 años de prisión por 10 delitos distintos: cuatro delitos continuados de abuso sexual, cuatro de provocación sexual, uno de elaboración de material pornográfico y otro de posesión de ese material.
Figge, que permanecía en prisión preventiva desde el año 2008, fue juzgado en Arrecife el pasado 14 de julio. Durante la vista oral reconoció que conocía a los niños y que siempre había sido pedófilo.
La Sala le condena por cuatro delitos continuados de abusos sexuales a ocho y seis meses en el caso de tres de los menores y a siete en el otro caso, además de a 10 meses por cada uno de los cuatro delitos de provocación sexual. El acusado tendrá que pagar una indemnización de 30.000 euros a tres de las víctimas y 15.000 euros a la otra.
El tribunal señala en la sentencia que no abriga duda alguna sobre la fiabilidad y veracidad en el testimonio de los menores, en lo esencial, “pese a las imprecisiones que pudieran derivarse de su edad, pues no se atisba motivo alguno de resentimiento o venganza”. Incluso uno de los menores sufre el llamado Síndrome de Estocolmo.
En tres de los casos, la Sala considera probado un delito continuado de abusos sexuales con acceso carnal por vía anal y bucal e introducción de miembros corporales vía anal, con la concurrencia de la agravante específica de especial vulnerabilidad de la víctima.
Respecto a la vulnerabilidad como agravante, la Sala considera que se cumple por la especial necesidad de afecto de los menores, los escasos recursos económicos y las compras y regalos que les hacía el acusado.
Asimismo, la Audiencia absuelve al acusado de los delitos de elaboración y posesión de material pornográfico ya que no se ha acreditado que el procesado haya filmado videos pornográficos o fotos de igual carácter a los menores, ni que tuviera almacenado en su ordenador videos o fotos de menores de contenido pornográfico.
El condenado, Roland Figge, de unos 45 años, tiene antecedentes en Alemania por posesión de pornografía infantil. Llegó a España en el año 2004 y trabajaba de camarero. Primero entabló amistad con uno de los menores y con su familia y se llevaba a su casa a ese menor, de cuya relación se valió para conseguir que otros menores fueran a su domicilio.