Las consecuencias económicas de la pandemia han agravado la situación de pobreza en Canarias, según Cáritas Diocesana de Canarias, que ha hecho públicos este lunes sus datos relativos al años 2021 en las islas. El director de la institución, Gonzalo Marrero, explica que “la vuelta a la normalidad tras la pandemia no ha favorecido a las personas más empobrecidas en las Islas atendidas por Cáritas Diocesana de Canarias”, que durante 2020, en plena crisis pandémica, asistió a 14.623 hogares con un impacto en 45.331 personas en situación de exclusión social y pobreza, un 83% más respecto al 2019, mientras que en 2021 el número de personas atendidas llegó casi al 18%.
“La vuelta a la normalidad y la recuperación de la actividad económica no ha supuesto una ventaja para las personas atendidas”, expuso también la secretaria general de Cáritas Diocesana de Canarias, Caya Suárez, en la rueda de prensa celebrada este lunes en uno de los locales de la organización en El Batán. Según los datos de la Memoria publicada, durante 2021 se asistió a 14.774 hogares, más de 53.000 personas a través de su red parroquial y proyectos, lo que supone un aumento del 17,32%.
El obispo de Canarias, José Mazuelos, también expresó su preocupación por el aumento de la pobreza y la exclusión social al valorar el trabajo de Cáritas Diocesana, “un trabajo desde el que expresamos una honda preocupación porque la brecha de la exclusión social y la pobreza se han ensanchado después de la pandemia”.
Según los datos de la Memoria, un 72,6% de las personas atendidas se encuentran en situación de desempleo, entre las que el 57,4% no percibe ningún tipo de ingreso, y un 40,6% tienen menores a su cargo además de hacer frente a los gastos de vivienda, suministros de agua y luz, medicamentos, etc..
El 81% de las personas acogidas por Cáritas no posee vivienda propia y más del 30% se encuentra afectada por situaciones de vivienda insegura y de vivienda inadecuada, tasas que en la población canaria son del 7,8% y al 13,1% respectivamente, según el informe FOESSA (2021).
Abandono de los tratamientos médicos
En este sentido, según expuso la secretaria general de Cáritas Diocesana de Canarias, Caya Suárez, se ha detectado un número creciente de personas que han abandonado sus tratamientos médicos ante la imposibilidad de afrontar el gasto farmacéutico. Un 13% de las personas atendidas ha necesitado este tipo de ayuda para hacer frente a los gastos de medicación en las familias a pesar de la subvención a los mismos, mientras que un 28% ha requerido ayuda para el pago de alquileres y alojamiento. Cáritas Diocesana de Canarias, desde su servicio de prevención de la exclusión residencial y el desahucio, ha atendido a 250 familias en riesgo de perder su hogar y quedar en la calle.
Más problemas de salud mental
Cáritas Diocesana de Canarias también ha detectado un importante incremento de problemas de salud mental como consecuencia de la crisis de la pandemia. En este sentido el informe FOESSA refleja que se ha multiplicado por cuatro y ahora alcanza al 19% de la población canaria. Más de 400.000 personas están afectadas por algún tipo de situación de este tipo. Las consecuencias de la COVID-19 también han producido un aumento y deterioro tanto físico como de salud mental mayor en las personas en situación de sin hogar.
La pobreza tiene rostro de mujer
Según Suárez, el informe FOESSA ya apuntó que el rostro de la pobreza en Canarias es de mujer. El 63% de las personas que acuden en busca de algún tipo de ayuda son mujeres con edades entre 40 y 59 años. Hay que tener en cuenta que ocho de cada diez hogares que acoge la institución son monoparentales, sostenidos por una mujer sola, con menores a su cargo.
En el ámbito de las mujeres en contexto de prostitución en el que Cáritas Diocesana de Canarias trabaja a través de su proyecto Lugo, se ha observado en el último año un incremento del 114% en la detección de mujeres atendidas en por la institución víctimas de trata con fines de explotación sexual.
La exclusión afecta más a los migrantes
La pandemia también agravó durante 2021 las situaciones derivadas de la crisis migratoria. Cáritas atendió a 3.432 personas migrantes con acompañamiento desde los servicios de acogida, lo que supuso un 157% de incremento con respecto al año anterior.
Caya Suárez recordó que debido a esta situación Cáritas Diocesana de Canarias realizó una denuncia pública de la vulneración de derechos de personas migrantes y refugiadas, y la realidad de exclusión social en países empobrecidos.
“Los hogares encabezados por personas migrantes están entre los más afectados por la exclusión social” en las Islas, expresó la secretaria general de Cáritas, quien añadió que “la barrera idiomática para personas de habla no hispana y su situación administrativa, les deja en una situación de desamparo, invisibilidad y exclusión social”.
La organización acompañó a más de 1.800 personas migrantes en situación de sin hogar en 2021, “personas que, tras los trámites oficiales y alojamientos temporales en campamentos y en hoteles, terminaron en la calle y en las puertas de Cáritas”.
Con estas personas y la comunidad se realizaron, además, acciones para la igualdad de trato, no discriminación y convivencia intercultural.
Un 50% más de demandas de empleo
Desde antes de la pandemia el trabajo en el Archipiélago ya era precario y frágil, con una realidad laboral sangrante como refleja el hecho de tener uno de los índices más altos de desempleo del país, explica la institución, que añade que esa situación fue “heredada durante las últimas décadas en el archipiélago” y que “la COVID-19 también acentuó en 2021, pues la demanda en el área de Empleo aumentó casi un 50%”.
En 2021, Cáritas Diocesana de Canarias pasó a formar parte de la red del Sistema Nacional de Empleo Estatal, consiguiendo la acreditación como Agencia de Colocación. Esto permite establecer contacto con 284 empresas y gestionar 147 ofertas a través de la intermediación laboral realizada en las islas de Gran Canaria y Fuerteventura. De esta forma, la organización benefició laboralmente a 195 personas, lo que supone un 58,5 % de inserción de las personas atendidas en el año 2021, explica Cáritas.
Desde el área de Empleo se apoya la integración socio laboral de las personas en situación de vulnerabilidad social y desempleo, a través de una intervención territorial y un acompañamiento en clave de Itinerario Integrado de Inserción. En total, durante este año en Cáritas acompañó a 841 personas en asesoramiento, formación e inserción laboral.
4.309 personas sin hogar atendidas
Un total de 2.509 personas en situación de sinhogarismo (17%, 2 de cada 10 personas atendidas) fueron acogidas en todos los proyectos y servicios del área de Vivienda. Si se suman a las personas migrantes que llegaron en 2021, la cifra asciende a 4.309 personas en situación de sin hogar atendidas.
Otros de los graves problemas detectados por Cáritas Diocesana de Canarias en su atención a los más desfavorecidos es la brecha digital. “A todas estas circunstancias hay que añadir que la influencia y expansión de las nuevas tecnologías de la información, el aislamiento como consecuencia de la pandemia en los últimos años y la dificultad al acceso a la formación, han ampliado la brecha digital en las islas”, apuntó Caya Suárez, que señaló que “la necesidad de utilización de internet y de dispositivos tecnológicos para los trámites administrativos y para las tareas relacionadas con el ámbito escolar ha ahondado la brecha digital agrandando la exclusión de numerosos hogares y familias, especialmente de las más vulnerables”.
La brecha digital alcanza al 30,4% de los hogares en Canarias y, en el caso de los hogares en situación de exclusión severa, llega hasta el 46,7% (FOESSA, 2021). Además, el 30% de los hogares en exclusión severa ha perdido oportunidades formativas, laborales y de acceso a derechos debido a la brecha digital. Toda esta realidad llevó a Cáritas a la adaptación de su intervención con medidas preventivas y a buscar cauces digitales de acceso al sistema de protección, reforzando el sistema de acogida, poniendo aún más en valor el trabajo de las Cáritas parroquiales, detalla la organización.
En total, la acción de Cáritas Diocesana de Canarias llegó a más de 53.000 personas durante 2021. Son, afirma, “personas que siguen sin respuesta tras sufrir las consecuencias de la pandemia de la COVID-19, pero que son también víctimas invisibles de otras ”pandemias olvidadas“ como la pobreza y la exclusión social”, concluyó Gonzalo Marrero, director de la institución diocesana. En este sentido Marrero también recordó que “Cáritas está llamada a analizar y profundizar en las causas que generan desigualdades y conducen a la pobreza y la exclusión social, para denunciar la injusticia y promover el cambio social. Todos los que formamos Cáritas Diocesana de Canarias; personas atendidas, personas trabajadoras, voluntariado y personas socias somos Rostros con esperanza.