Según un informe sobre pobreza infantil, elaborado por UNICEF España, alrededor de 112.000 menores se encuentran por debajo del umbral de la pobreza en Canarias. Esto supone que casi un tercio de los menores de 18 años no puede cubrir sus necesidades básicas, pues sus ingresos familiares no superan los 14.000 euros al año.
Para el responsable de Políticas de Infancia de UNICEF España, Gabriel González, este informe sirve para “poner en la picota indicadores que ya venían siendo preocupantes en el Archipiélago y que han empeorado a causa de la crisis, como la pobreza infantil, el abandono y el fracaso escolares”.
Históricamente, el colectivo más vulnerable siempre ha sido el de los mayores, pero, según cuenta González, “desde 2009 los niños son el colectivo por edad más pobre de todos. Podríamos decir que la crisis ha puesto rostro de niño a la pobreza”. Una de las causas de este fenómeno es el desempleo, “lo que ha provocado que los ingresos en familias jóvenes con niños hayan descendido de forma dramática”, asegura.
Según este representante de la organización, en nuestro país tendemos a mantener la infancia oculta en las familias provocando así “que no sea un motivo de discusión pública, como sí lo ha sido en otros países del norte de Europa. El desarrollo de las políticas de infancia en este país ha sido muy marginal respecto a otras políticas sociales”, afirma.
Políticas de recortes
Desde UNICEF piden que se protejan las partidas destinadas a los niños porque “son inversiones, no un gasto” y “repercutirán en toda la sociedad en el futuro”.
Gabriel González asegura que hay maneras de proteger a los niños destinándoles pocos recursos: “pedimos que cuando se tomen esas decisiones se tenga en cuenta cómo afectarán a los niños”. Utilizó como ejemplo el denominado “cheque bebé” de la época de José Luis Rodríguez Zapatero que, a pesar de ser reciente, “era la única medida universal de protección a la infancia que había en este país”.
Con respecto a los recortes en las becas de los comedores escolares, el responsable de Políticas de Infancia de UNICEF España es tajante al afirmar que “hay que proteger las becas escolares porque son la única garantía de que determinados niños y familias tengan una comida nutritiva y completa al día”. Para González, “la escuela, ahora más que nunca, tiene que actuar como colchón respecto a determinadas situaciones derivadas de la falta de ingresos”.
Aunque no hay datos para afirmar que existan problemas de desnutrición en las Islas, se podría hablar de un riesgo de malnutrición entre los 112.000 menores de edad que viven bajo el umbral de la pobreza.
Consecuencias a largo plazo
A largo plazo, los costes de los altos índices de pobreza infantil los sufrirá la sociedad en su conjunto. Gabriel González lo tiene claro: “si no se invierte en la infancia, los costes son muy altos para toda la sociedad. Esos adultos tendrán menos posibilidades de tener trabajo y, por tanto, ingresos; y es probable que sus hijos se encuentren en la misma situación, creándose así un bucle”. Para UNICEF, en estos tiempos proteger a la infancia debería ser una prioridad porque “corremos el riesgo de dejar a nuestros hijos un mundo peor”, asegura González.
Los niños no están en la agenda política
Las instituciones tienen un papel fundamental a la hora de erradicar la pobreza infantil, pero no parecen tenerlo en agenda. “Para el ámbito político es muy fácil olvidarse de los niños, porque no son votantes y tienen poca voz política”, asegura González.
“Hay que mejorar la comunicación y darles espacio de participación pública”. González hizo referencia de esta manera a los resultados del Foro Canario de la Infancia, una iniciativa diseñada por el Gobierno de Canarias en coordinación con los Cabildos Insulares y Ayuntamientos, y con la colaboración del Diputado del Común y de UNICEF Canarias recogidos en el informe. “Los niños no votan, pero pueden decir muchas cosas interesantes. Quieren que los políticos les tengan en cuenta”, apostilló.
Desde UNICEF abogan por elaborar un plan autonómico contra la pobreza infantil consensuado con todas las fuerzas políticas y sociales, que incorpore objetivos específicos y recursos económicos para su puesta en marcha: “creemos que es necesario, y casi una exigencia, mejorar la coordinación de los trabajos que realizan con la infancia las distintas administraciones”.
El siguiente paso tras la presentación de este informe consistirá en realizar un seguimiento de las propuestas que contiene y, en opinión de González, “tenemos que trabajar para poner a los niños en el lugar que se merecen, porque son el presente y el futuro de nuestra sociedad”. Un futuro que, acaso, haya quedado ya comprometido.