Llegó literalmente vestido como una imagen de la Virgen del Pino, la Patrona de la Diócesis de Canarias, y a ritmo de Like a prayer, de Madonna, pero no fue ningún milagro que Sethlas se coronase Drag Queen del carnaval de la capital grancanaria.
Con su fantasía titulada como ¡Mi cielo! Yo no hago milagros, que sea lo que Dios quiera, y una provocadora puesta en escena, Sethlas logró la banda de reinona de las fiestas de la ciudad con un repertorio de acrobacias imposibles sobre unas plataformas infinitas, pero sobre todo, con la estética rompedora de un drag crucificado, con su corona de espinas y su lanzada en el costado.
La reacción de las más de 6.000 personas que presenciaron en directo su actuación en el parque de Santa Catalina ya hacía presagiar que su provocación traería cola.
De hecho, de inmediato pudieron leerse todo tipo de mensajes al respecto en Twitter -donde la gala drag fue tendencia mundial-, desde quienes proclamaban que Sethlas acababa de regalar al público el mejor número en dos décadas de certamen (cumplía justo este lunes los 20 años), hasta quien se preguntaba si hubiera atrevido a lo mismo con el Islam, o quien se tomaba su performance como una suerte contestación a la doctrina de la Iglesia católica sobre la homosexualidad.
Su actuación ha tenido eco incluso en el ámbito político. El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, cuyo histórico Carnaval compite con el de la vecina isla de Gran Canaria, ha utilizado la red social Twitter para expresar su malestar por la utilización de símbolos religiosos en la gala.
Frente a estas críticas, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo (PSOE), publicaba tres horas después en la misma red social un tuiter defendiendo que el carnaval es “transgresión”, “libertad” y, su ciudad, también representa “la tolerancia”.
Hidalgo se ha expresado de esta manera en respuesta a las críticas que ha suscitado en algunos sectores el espectáculo de Drag Sethlas, que proclamó frases como “Si quieres mi perdón, agáchate y disfruta”.
El obispo convoca a una misa de desagravio
Pero no sólo en las redes sociales Sethlas ha tenido eco. El obispo de Canarias, Francisco Cases, ha lamentado “la frivolidad blasfema en la gala Drag del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Triunfado en los votos, y triunfado en los aplausos de una muchedumbre enardecida”, indica en un comunicado.
El obispo expresa su enorme tristeza -“estoy viviendo ahora el día más triste de mi estancia en Canarias”- tras ver a “miles de personas que coreaban, aplaudían y votaban con los teléfonos” al ganador.
“Se me han llenado los ojos de lágrimas”, confiesa el obispo, quien se pregunta “si no hay límites para la libertad de expresión, si todo vale en las manifestaciones festivas porque nada es verdad, si no hay recursos para cortar la frivolidad blasfema que ofende a muchos ciudadanos. Tenemos mucho que pensar”.
“Lo primero que ha brotado de mi corazón ha sido pedir perdón, a nuestro salvador y a su bendita madre” por las ofensas, así como solicitar perdón para él mismo, pues “debo responder por ellos ante ti. Perdona a tantos como formando parte de la comunidad cristiana no damos el debido testimonio”, considera el obispo.
Asimismo, invita a quien lo desee a participar en una eucaristía que se celebrará en la catedral de Las Palmas de Gran Canaria el próximo 3 de marzo por la tarde con la intención de “pedir perdón porque el testimonio de nuestras vidas creyentes no es lo suficientemente vigoroso y coherente en la convivencia social” y para que la misericordia “sea siempre la señal de nuestro actuar privado y público”.
Sethlas también ha transcendido fuera del archipiélago. En un foro económico de El Norte de Castilla y León, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el arzobispo Ricardo Bláquez, ha pedido respeto a las creencias católicas y considera “inadecuadas” las referencias religiosas en estas celebraciones.
No obstante, el presidente de la Conferencia Episcopal ha reconocido que debe de haber un respeto también a la libertad de expresión de la gente, aunque ha subrayado que los creyentes también tienen derecho a ser “respetados”.
Drag Sethlas: “Buscaba polémica y lo he conseguido”
Precisamente la polémica era lo que buscaba con su actuación el ganador del concurso de la gala Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, Borja Casillas, quien actualmente cursa una adaptación para poder dar clases de religión en colegios concertados y privados.
Casillas explica que su objetivo era generar “polémica y lo he conseguido. Quería hacer algo diferente y dar al público algo que nadie se atreve a hacer, me arriesgué y fui a por todas”, aclarando que en ningún momento ha pretendido “herir ni ofender a nadie”.
La elección de referencias religiosas en su fantasía es, a su juicio, “una forma diferente de acercarnos a este conocimiento, que es historia y debemos conocer”.
Como futuro profesor de religión, dice que no tiene miedo a las críticas y “nada me afecta, hay opiniones para todo y hay que saber separar el arte de la profesionalidad”.
Natural de Las Palmas de Gran Canaria, Casillas se dedica desde 2009 al mundo de la danza, una actividad profesional que compagina con sus estudios de profesor de infantil y con otros proyectos artísticos como profesor de hip hop.