NUEVA YORK, 14 (Reuters/EP)
Investigadores de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, han descubierto la causa de las drásticas diferencias en las tasas de niños con asma que existen entre diferentes barrios de Nueva York. La clave, según este estudio publicado en 'Journal of Allergy and Clinical Immunology', estaría en la existencia de cucarachas.
En algunos barrios neoyorquinos, el 19 por ciento de los niños tiene asma, lo que equivale a casi uno de cada cinco menores. Sin embargo, en otros vecindarios esta tasa puede ser de apenas el 3 por ciento. En el pasado, se culpó del problema al tráfico, los incineradores y a otras fuentes de contaminación del aire.
Sin embargo, expertos de la Universidad de Columbia han descubierto que los niños que viven en zonas con tasas altas de asma serían dos veces más propensos a portar en su sangre anticuerpos contra una proteína de las cucarachas, señal de que estuvieron expuestos a estos insectos y que serían alérgicos a ellos. Además, en el polvo de los hogares de los vecindarios con tasas altas de asma se detectó una mayor cantidad del alérgeno producido por las cucarachas.
Según el autor de este estudio, Matthew Perzanowski, su trabajo brinda “más evidencia de que la exposición a las cucarachas es parte del problema”. “El alérgeno de las cucarachas realmente podría contribuir con las disparidades en la prevalencia de asma, incluso en un ambiente urbano como Nueva York”, asevera.
El equipo de Perzanowski visitó los hogares de 239 niños de siete y ocho años, la mitad de los cuales vivía en zonas con tasas elevadas de asma.
Investigaciones previas relacionaron la pobreza con una mayor tasa de asma infantil. Para eliminar la influencia de los ingresos los autores sólo incluyeron familias con el mismo plan de salud para personas de ingresos medios. Así se aseguraban de que las familias participantes tenían el mismo nivel de ingresos y el mismo acceso a los tratamientos médicos. Más de la mitad de los chicos tenía asma.
Durante las visitas, los investigadores recolectaron polvo de las camas de los niños y les tomaron muestras de sangre para buscar anticuerpos contra varios alérgenos asociados con el asma, como proteínas de perro, gato, ratón, ácaros del polvo y cucaracha.
Aproximadamente uno de cada cuatro niños de vecindarios con tasas elevadas de asma resultaron ser alérgicos a las cucarachas, comparado con uno de cada 10 chicos que vivían en zonas donde el asma era menos común.
Las cucarachas dejan proteínas que las personas inhalan y a las que pueden volverse alérgicas, lo que en ocasiones aumenta las posibilidades de desarrollar asma, explicó Perzanowski.
Las casas de las comunidades con alta prevalencia de asma también tenían mayores concentraciones del alérgeno de las cucarachas, así como también de los alérgenos asociados con los ratones y los gatos.
Asimismo, los niños alérgicos a las cucarachas y a los ratones eran más proclives a tener asma, señaló Joanne Sordillo, del Brigham and Women's Hospital, en Boston.
“La exposición a alérgenos de ratones y cucarachas aumentaría el riesgo de sensibilización alérgica”, lo que en ocasiones está relacionado con el desarrollo de asma en los chicos“, concluyó.