Dejar de fumar reduce a la mitad el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, según expertos

MADRID, 31 (EUROPA PRESS)

Dejar el hábito de fumar reduce a la mitad el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, según aseguran los expertos de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), que esperan que la reforma de la ley del tabaco conciencie a la población sobre los riesgos del tabaquismo.

Según calculan, más de tres millones de fumadores intentarán dejar de serlo en los cuatro primeros meses de este año, en parte motivados por las restricciones que ha impuesto la nueva normativa. “Si logran abandonar el hábito”, dicen, “el exceso de riesgo de enfermedades cardiovasculares se reducirá a la mitad después de un año de abstinencia y al cabo de diez años el riesgo de eventos decaerá hasta niveles de un no fumador”.

“Fumar es la causa principal de muertes prematuras y prevenibles en nuestro país. De las muertes producidas por el tabaco, cerca del 40 por ciento son por cáncer, el 35 por ciento por enfermedades cardiacas y por ictus, y el 25 por ciento por patologías pulmonares”, explica el presidente de la entidad, José Luis Rodicio.

En este sentido, recuerda que abandonar el tabaco “provoca sólo ventajas”, pues reduce el riesgo de presión arterial, los espasmos, las enfermedades coronarias y previene la aparición de tumores pulmonares.

Asimismo, el riesgo de infarto no mortal disminuye más rápidamente que la mortalidad global, reduciéndose también en un 50 por ciento en los primeros doce meses e igualándose a los niveles de un no fumador al cabo de tres años.

Según subrayan, dejar de fumar reduce igualmente el riesgo de cáncer y de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Los estudios revelan que los fumadores que dejan el tabaco alrededor de los 30 años tienen un 90 por ciento de posibilidades menos de morir prematuramente por enfermedades relacionadas con el tabaco. “En el caso de las personas de más de 50 años, el riesgo de muerte prematura desciende en más del 50 por ciento en comparación con quienes siguen fumando”, comenta la doctora Nieves Martell.

“La Ley Antitabaco también limitará la exposición de la población al humo del tabaco y por tanto reducirá en, al menos, un 30 por ciento el riesgo de que los fumadores pasivos desarrollen enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer”, afirma.

EL 21% DE NIÑOS EXPUESTOS AL TABACO, EN RIESGO

En esta línea, advierte de que el riesgo “es aún mayor en niños”. “Según un estudio de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, y el hospital pediátrico de Berna, en Suiza, los niños expuestos al tabaco en el hogar tienen un 21 por ciento más de probabilidades de tener la tensión alta”, avisa.

“La presión arterial más elevada en estos niños podría arrastrarse hasta la edad adulta y eventualmente contribuir a la aparición de auténticos problemas asociados al sistema circulatorio como ictus o infartos. Por tanto, el tabaquismo de los padres no sólo es perjudicial para el funcionamiento pulmonar de los niños, sino que representa un riesgo para su futura salud cardiovascular”, concluye.