La Delegación del Gobierno desoyó un escrito que alertaba de la presencia de jaquetones en Gran Canaria

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

La Delegación del Gobierno de España en Canarias recibió el pasado mes de marzo un escrito en el que se advertía de la presencia de jaquetones en la costa de Gran Canaria. Sin embargo, tal como denuncia el autor del texto, Alberto Santana, la por entonces delegada del Gobierno, María del Carmen Hernández Bento, hizo “caso omiso” al correo y no le contestó.

“No entiendo qué acciones realizó la delegada del Gobierno, que ni tan siquiera me contestó, me da la impresión que no hizo nada al respecto”, aclara Santana, quien opina que es algo “grave”, sobre todo porque en Canarias se vive del turismo y esto podría dar una imagen negativa en la principal industria de la comunidad autónoma.

En su opinión, la causa de la presencia de esta especie animal está en la acuicultura existente en Tufia y Salinetas, en el municipio de Telde, y en Castillo del Romeral, en San Bartolomé de Tirajana. Debido a los aceites y piensos de las granjas los jaquetones se ven atraídos y merodean estas jaulas como se puede comprobar en el vídeo de esta noticia. Por ello, instaba a Hernández Bento “una vez verificada la presencia de estos depredadores” a “la inmediata clausura y retirada de todas las jaulas flotantes que atraen a estos animales para que se dispersen y alejen de nuestras playas por ser una causa de fuerza mayor”.

La solución que propone Santana es la que ha investigado con su empresa SODAC, una compañía que ha desarrollado un sistema de maricultura en alta mar. De este modo, las granjas se instalarían a más de 12 millas de la costa “donde no interfiere ni con el turismo ni la pesca ni el tráfico marítimo”. Así, su sistema permitiría ubicar lejos de la costa “una industria con repercusión negativa visual, que pone en peligro al turismo, al bañista y que contamina”, subraya.

Sobre el incidente de esta semana en el que una bañista fue mordida por una de estos ejemplares, comenta que “Gran Canaria no tiene plataforma con una fauna pelágica” por lo que los jaquetones vienen atraídos hasta la costa por las jaulas, un lugar en el que encuentra comida fácil y en abundancia. Además, añade que afortunadamente le ocurrió a una persona adulta porque si hubiese sido un niño “se lo hubiera llevado” y que el ejemplar fue una cría y no un adulto.

Por su parte, Fernando Frías, presidente de la Alianza por los Tiburones de Canarias, recalca que el jaquetón, también conocido como tiburón sedoso, no tiene el hábito de atacar a los seres humanos y que son perezosos a la hora de comer, por lo que van a lo más fácil para alimentarse, como así ocurre con las jaulas de la acuicultura donde se encuentran, aparte del pienso dado a los peces que se crían, otras especies como rayas o también algunos animales que en ocasiones logran escapar de las jaulas.

De todas maneras, si estos animales, en torno a los dos metros, están sanos y bien alimentados, no tienen necesidad de atacar por hambre a seres humanos, entre otros motivos porque aborrecen la masa de músculos y huesos de un cuerpo humano, al que soltaría después del primer bocado.