El Sistema de Atención a la Dependencia ha perdido 3.005 beneficiarios en junio, según los datos publicados el pasado sábado por el Ministerio de Sanidad. En este último mes se han registrado 1.664 grandes dependientes menos y 3.843 personas con derecho reconocido menos. La lista de espera, según afirma la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, es de 183.222 personas.
En cuanto a los servicios y prestaciones en el mes de junio, se cerraron 583 camas de residencias, se dejaron de prestar 679 servicios de ayuda a domicilio, además de reducir en 3.377 las prestaciones económicas de
cuidadores familiares, lo que supone el despido en un mes de más de 500 trabajadores del sistema.
En el primer semestre del año 2014, las cifras oficiales arrojan un descenso neto de 20.070 beneficiarios. Es decir, en lo que llevamos de año, cada día se dejó de atender a 110 personas. La cifra total de personas atendidas asciende en estos momentos a 737.120 personas, cuando en diciembre de 2011, recién llegado al Gobierno de Mariano Rajoy, las personas atendidas eran 733.732.
Actualmente tendrían derecho a atención un total de 916.994 personas, cuando a principio de año 2014 el número de personas con derecho a ser atendidos era de 944.345 (27.351 personas menos, 150 personas con derecho menos cada día del 2014).
“Es evidente que las nuevas altas (procedentes de nuevas solicitudes y valoraciones de dependencia) no son suficientes para compensar las bajas producidas. Los últimos datos publicados arrojan un balance tan lamentable como –por desgracia- poco sorprendente, ya que este Observatorio anunció sus sospechas de manipulación de los datos para favorecer el balance anual a finales de 2013 que, tarde o temprano, tendría que adecuarse paulatinamente a la realidad so pena de resultar escandalosa la distorsión de los datos. De ahí que los seis últimos meses (y posiblemente los que vendrán) las cifras arrojan saldos negativos en casi todos los aspectos”, explica la asociación.
Los directores y gerentes sociales consideran “indignante” ver cómo el Ministerio e incluso el propio presidente realizan “curiosas interpretaciones y declaraciones que desmienten sus propios datos oficiales”. “En definitiva, las medidas de reforma adoptadas por el Gobierno están teniendo como resultado inequívoco la destrucción del sistema y la trágica desatención a las personas en situación de dependencia y a sus familias. Lo que es inadmisible, insultante y cruel es revestir de eufemismos y falsedades lo que no es más que la destrucción planificada del sistema de atención a la dependencia”, concluyen.