El desafío de los residuos en Canarias: economía circular y una industria que nos salve de montañas de basura

Basura y escombros en Canarias. (Informe Trópico)

Canarias Ahora

13 de febrero de 2022 19:03 h

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“Llevamos décadas tratando la basura llevándola a un punto y olvidándonos de que ese problema existe”, asegura Noelia Sánchez, miembro del grupo ecologista Ben Magec y Alianza residuo cero. En el Archipiélago (2,2 millones de residentes) cada habitante genera unos 577 kilos de residuos al año. A esta cifra se le suman los generados por parte de los turistas. Solo en 2019, el año anterior a la pandemia, 15 millones de personas visitaron esta comunidad autónoma, que se enfrenta a importantes retos al no disponer de una industria que recicle todo tipo de plásticos y que evite que la mayoría de ellos terminen en los vertederos. “Estamos muy muy cerca del colapso. Piensa que cerca del 80% de los residuos van a los ecoparques , piensa en la cantidad de habitantes que tenemos, la cantidad de turistas que vienen, el modelo de consumo que tenemos, la cantidad de envases, la sociedad consumista en la que vivimos”, insistió Noelia Sánchez en una entrevista para el programa Informe Trópico, que analizó esta semana el negocio de la basura y los desafíos a los que se enfrenta esta comunidad autónoma. 

En Canarias hay unos 30 puntos limpios que son lugares a donde se puede llevar lo que no cabe en el contenedor. Todas las instalaciones son de titularidad pública pero la gestión la realizan empresas privadas con cuantiosas adjudicaciones. Felipe Hernández, de la Fundación Ataretaco ha explicado que “dependiendo del tipo de residuo hay alguna isla más adelantada que otra. En la gestión de la materia orgánica quizás La Palma es puntera”, asegura. Sin embargo, indica que es necesario “acelerar el paso” en la gestión de los distintos tipos de residuos, “no solo en la recogida selectiva sino en todo lo encaminado a la prevención”. De hecho, Europa marca que en diciembre de 2023 los ayuntamientos deberán tener incorporado un quinto contenedor, el que se destinará a la basura orgánica, es decir, a los restos de comida principalmente. 

Sobre este punto, Elisa Monzón, jefa de Servicio de Residuos del Cabildo de Gran Canaria explica que unas 700.000 toneladas al año se utilizan para hacer compostaje. Por ello, es importante este contenedor. ¿Qué quedará por tanto en el contenedor gris? Mozón señala que fundamentalmente pañales, compresas, toallitas, el barrido de la aspiradora y cosas que no tienen aprovechamiento. “Es una responsabilidad de los municipios, muchos están trabajando en ello pero es dificultoso porque supone un cambio de mentalidad”, apunta. En la actualidad, Gran Canaria lidera el porcentaje de recuperación en las Islas, con un 30% y precisamente la media nacional ronda el 33%.  Desde la corporación insular, asegura que se va a apostar por medidas de sensibilización de consumo responsable más medidas de compostaje doméstico. No obstante, remarca que “tenemos que fomentar que hay industria de gestora de recuperadores en Canarias, el problema que tenemos en Canarias es que al estar alejadas y ser economía de escalas muy pequeñas hace que no sea atractivo para la industria privada implantarse aquí” ya que el único residuo que queda completo en el Archipiélago es el vidrio. “En Canarias contamos al menos con una planta de reciclaje pero solo procesa uno de los siete plásticos que podemos encontrar en los productos que utilizamos”, asegura Monzón. 

¿Son las incineradoras una solución?

En los últimos años se ha producido debate en Canarias sobre la conveniencia o no de instalar incineradoras que desechen la basura. Para Ben- Magec esta alternativa supondría riesgos medioambientales y para la salud, “pero sobre todo porque la experiencia constata que la incineración es el enemigo fundamental de gestionar bien los residuos”, puntualiza Noelia Sánchez, que recuerda que se trata de una una incineradora millonaria que tienes y no puedes apagarla así de repente. 

¿Cómo fomentar la economía circular?

La economía circular está copando los debates sobre el futuro del modelo económico del Archipiélago desde la pandemia. Parte de los fondos europeos las administraciones públicas quieren destinarlos precisamente a una transformación que permita completar un ciclo con los materiales que utilizamos, hasta tal punto que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha aprobado además el primer título propio en Economía Circular en Territorios Aislados. Noelia Sánchez lo define como volver a lo que hacían nuestros abuelos. “La alternativa lleva a un esfuerzo económico amplio y a poner a trabajar a toda la ciudadanía”, aunque añade que “no es una quimera porque ya se está aplicando en muchos sitios”.  

Por economía circular se entiende no solo apostar por el reciclaje o la reutilización, sino también por las políticas de ahorro energético, actividades respetuosas con el medio ambiente, entre otras. De hecho, un estudio de la ULPGC demostraba que los escandinavos dejarían de acudir a un hotel que no utilice energía verde y los alemanes estarían dispuestos a pagar más si el establecimiento mantiene prácticas sostenibles. Es un concepto que mencionan constantemente las personas expertas que han participado en Informe Trópico. Sobre ello también habla el teniente de alcalde de Alcorcón y presidente de la empresa pública de gestión de residuos ESMASA, Jesús Santos (Unidas Podemos). “Hay un objetivo que es el residuo cero, la economía circular y queremos que la basura que se produce en Alcorcón se consuma en Alcorcón”. 

El negocio de la basura

Santos señala que la basura es un “negocio que mueve miles y miles de millones de euros” y que detrás de él están grandes constructoras que quieren hacerse con las licitaciones de la gestión de limpieza de los ayuntamientos precisamente porque es un negocio. Su Ayuntamiento precisamente ha recibido el premio Escoba de Plata por su mejora en el servicio de limpieza. “Es importante la separación en origen porque facilita mucho el proceso y es importante cambiar el modelo, porque si hay gente que se sigue enriqueciendo con quemar y enterrar basura y hay empresas interesadas en que no cambie el modelo… no es sostenible, no podemos seguir quemando y enterrando basura es una bomba ecología”, asegura. 

En este entramado, se apunta a Ecoembes. El un episodio de la última temporada de Trópico Distópico, el consejero de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena cuestionó: “¿Alguien recuerda alguna campaña de Ecoembes donde se ve el plástico que recupera del contenedor amarillo? ¿cuál es el ciclo?, ¿dónde se trata?, ¿cuál es la industria que lo convierte en materia prima para volver a reutilizar? Unas palabras analizadas por Julio Barea, de Greenpeace, asociación ecologista que elaboró un informe en el que destacó que los cálculos de Ecoembes sobre recogida de envases ”dista mucho de los datos que hemos recogido con fuentes que son oficiales“ ya que ellos cifran un 80% y la asociación un 25%. Además, han detectado la presencia de envases españoles en otros puntos del mundo como Tailandia o Malasia. 

Para Barea, esta cuestión se resuelve con voluntad política y que los lobbies empresariales asuman su responsabilidad, “está bien que se responsabilice de que no separamos bien los residuos, pero ¿quién es el primero que tiene responsabilidad de haber puesto en el mercado un envase que no se puede reciclar?” En el informe de Greenpeace también se detectó que residuos de Canarias acababan enterrados en vertederos de Valencia. “Canarias necesita desarrollar un tejido industrial que pueda recuperar y reutilizar precisamente todos esos residuos para que no tengan que venir a la Península”. 

Los vertederos también fueron abordados en Informe Trópico, con Samuel Acosta. de la asociación Ossinissa en El Hierro, donde existe una batalla judicial abierta precisamente por presuntos delitos contra el medio ambiente en la gestión de residuos, que cree que urge que las administraciones hagan un censo de vertederos ilegales, “el problema es que si hacen un censo legal, las multas serán mayores”. De momento, sigue a la espera de juicio en un proceso que se ha dilatado por los recursos presentados por las partes denunciadas. Además, remarca que en cuanto a estos vertederos ilegales, “España evidentemente ha ninguneado esta directiva europea y Europa ha dado unos plazos concretos”. 

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