El Gobierno de Canarias ha procedido este jueves al cierre y desalojo de una residencia de ancianos privada de Santa Brígida (Gran Canaria), tras haberle advertido de forma reiterada de que incumplía la normativa.
Según ha adelantado Canarias Radio y han confirmado a EFE la Consejería de Bienestar Social, se trata de la residencia Dulce Hogar, donde estaban hospedadas 38 personas.
En concreto, la inspección de la Consejería de Bienestar Social ordenó la clausura de ese centro por no disponer del personal técnico titulado que exige la normativa y por no hacer un seguimiento individualizado de cada uno de los residentes.
También detectó que los dormitorios no cumplen las condiciones exigibles en cuanto al baño y separación de camas y que el centro no cuenta con una sala de rehabilitación, que se ha reconvertido en dormitorio.
Asimismo, observó deficiencias de seguridad, la más grave relativa a la instalación eléctrica, han precisado las fuentes.
El Gobierno canario está facilitando a las familias afectadas información sobre las plazas disponibles en otros centros.
Esta la segunda residencia de mayores que el Gobierno de Canarias clausura este año en esa misma zona por no reunir las condiciones mínimas que exige la legislación.
En mayo, ejecutó el cierre de la residencia de Monte Blanco, ubicada en Tafira Alta, por no contar con suficiente personal y no cumplir la normativa de seguridad y salubridad.