La Guardia Civil siguió un mes por mar y por tierra a la banda de narcotraficantes que operaba entre Gran Canaria y África y que ha sido desarticulada tras la detención de diez de sus miembros y la incautación de 750 kilos de hachís
Nueve de los detenidos son originarios de Gran Canaria, mientras que la décima persona detenida es una mujer venezolana, según ha explicado la portavoz de la Guardia Civil de la Comandancia de Las Palmas, Cristina Ramírez, quien ha declinado dar detalles sobre el valor de la droga, si bien fuentes cercanas al caso la han valorado en dos millones de euros.
Ramírez ha explicado que la droga se encontraba en una casa rural que tenía alquilada la organización en la localidad de Tasarte, en el suroeste de Gran Canaria, donde fueron detenidos el cabecilla de la red y dos de sus componentes el pasado día 15 de mayo.
Así mismo, ha dicho que la Guardia Civil seguía desde hacía un mes a la banda tanto por mar como por tierra, por lo que pudo controlar la llegada del alijo de droga en una zodiac a Tasarte, localidad donde por primera vez efectuaba una operación de este tipo.
El resto de los detenidos fueron localizados posteriormente en distintos puntos de Gran Canaria, Isla donde se pensaba distribuir la droga, según la Guardia Civil, que ha informado de que los últimos arrestados han pasado este jueves a disposición judicial en Santa María de Guía, por lo que da por cerrada la operación, que se ha denominado Email.
Además de las detenciones, la Guardia Civil efectuó dos registros domiciliarios en los que se aprehendieron diferentes cantidades de dinero, documentación, material informático y una embarcación semirígida.
La banda desarticulada se dedicaba a introducir grandes cantidades de hachís procedentes del litoral africano mediante embarcaciones ligeras, según la Guardia Civil, que ha subrayado que se trata de una organización que era “muy activa” y poseía una estructura especializada.