La campaña de excavaciones en el yacimiento de Barranco León, en Orce (Granada), de 2002 llevó al descubrimiento de lo que ahora se ha confirmado como un diente de leche de un homínido que está datado en 1,4 millones de años, lo que probaría en esta zona arqueológica la presencia humana más antigua de Europa Occidental.
El hallazgo, que publica la revista Journal of Human Evolution, la más prestigiosa del mundo sobre paleontología humana, ha sido presentado este viernes en Granada por el consejero de Cultura y Deporte, Luciano Alonso, por el profesor investigador de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (Icrea) y del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, Bienvenido Martínez Navarro, y por el director del Museo Arqueológico de Granada, Isidro Toro Moyano.
Según Martínez Navarro, es “incontestable” que el diente corresponde a un humano, concretamente es un molar de un niño de 10 años, y así lo evidencian los estudios a los que ha sido sometido este fósil, tanto en el Museo Nacional de Historia Natural de París o la Universidad Autónoma de Barcelona, entre otras instituciones científicas. “Anatómicamente es incontestable que se trata de un diente humano de lo que podemos llamar el Niño o la Niña de Orce”, ha indicado.
El diente, que fue identificado como posible resto humano en 2008, apareció asociado con otra serie de restos de dientes de herbívoros, a otras huellas óseas y a una importante industria lítica formada por piedras talladas a mano alzada o a yunque que evidencian que fueron usadas para cortar carne, madera o raíces, según ha explicado Isidro Toro.
Este descubrimiento supone que los yacimientos de Orce son el “registro paleobiológico más importante de Europa para estudiar los últimos millones de años en el mundo”, por delante de Atapuerca, que está datado en 1,2 millones de años. “No existe en el mundo un yacimiento parecido”, ha señalado Martínez Navarro.
Para el investigador, los restos que encontró en 1982 el paleoantropólogo Josep Gibert en el yacimiento de Venta Micena, también en Orce, que se consideró un fragmento craneal del Hombre de Orce, de 1,3 millones de años, no correspondía a un humano, y ni siquiera a un équido, como apuntaron algunos científicos, sino a una “hembra de rumiante”. “Lo importante de este diente de leche es que dentro de 10 ó 20 años seguirá siendo considerado como humano, mientras que aquellos restos ya no lo son”, ha defendido.
El consejero de Cultura y Deporte ha dicho que “podríamos estar ante la primera huella humana de Andalucía, lo que muestra la enorme importancia de la cuenca de Guadix-Baza, que posee un extraordinario registro paleobiológico de los últimos siete millones de años”.
Ha recordado además que la zona ha sido declarada Zona Arqueológica por la Junta de Andalucía “lo que es el primer paso para su protección integral” y para que se abra el camino a ser declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, reconocimiento que ya posee Atapuerca.
Alonso ha recalcado que “la conservación e investigación en Orce ya tiene carácter de excelencia, y la cuenca debe de convertirse en lugar aglutinador de un conocimiento que termine por llegar a la sociedad y hacer del yacimiento un factor de desarrollo cultural y socioeconómico sostenible e innovador” y ha asegurado que su departamento quiere ser “cómplice del impulso que consolidará esta área como referente de prestigio a nivel social, científico e institucional.
En esta dirección la Consejería de Cultura y Deporte contrató el pasado mes de diciembre, mediante concurso, a un equipo multidisciplinar de investigadores españoles y extranjeros para la ejecución de una investigación general sobre 'La presencia humana y el contexto paleoecológico en la cuenca continental Guadix-Baza', por un importe de más de 300.000 euros.
Orce contiene los más importantes yacimientos pleistocénicos, donde se han realizado varias excavaciones en las últimas décadas. Entre las zonas más conocidas figuran Venta Micena, Fuente Nueva y Barranco León. Se han hallado numerosos restos tallados en piedra, así como fósiles de mamut, hienas y de otros grandes mamíferos. Tiene recogidas más de 25.000 restos arqueopaleontológicos.