El destino de las pateras que llegan a Gran Canaria: hundidas en el muelle de Arguineguín o pasto de las llamas en Maspalomas

Pateras calcinadas en el sur de Gran Canaria. (ALEJANDRO RAMOS)

Toni Ferrera

23 de septiembre de 2020 21:07 h

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En el Muelle de Arguineguín varios policías montan una mesa blanca delante los migrantes que acampan en el puerto. Allí hay bocadillos y algunos refrescos. “¡En filas de cinco! ¡En filas de cinco!” gritan los agentes. Unos metros más a la derecha, un joven con una bata blanca, muy parecida a una EPI (Equipo de Protección Individual) contra el coronavirus, se sube a una patera y remolca otra embarcación hasta el lado más alejado de la bahía, cerca de donde se encuentran la playa y los turistas. Lo hace para descongestionar el muelle de pateras. “Tardan mucho en venir a buscarlas. Se hunden y no hay dónde ponerlas”. Este miércoles, fuentes de la Delegación del Gobierno de Canarias aseguran que ya se ha llegado a un acuerdo para la retirada de las mismas. Pero no se ha concretado cuándo ni cómo y queda todavía por buscar “la partida presupuestaria para su ejecución”. “En ese punto estamos”, añaden.

Canarias vive una crisis migratoria desde hace unos meses. A las islas han llegado ya, según el último informe del Ministerio del Interior publicado el 15 de septiembre, 5.121 migrantes en lo que llevamos de año. El número de pateras asciende a 190, de las cuales 54 han arribado en puertos canarios las dos primeras semanas de este mes, un 28,42% del total. El aumento es notorio. La congestión ha provocado la descoordinación entre Salvamento Marítimo y la Guardia Civil para trasladar las pateras hasta el Muelle de Arguineguín. “Allí no hay hueco para poner cayucos, hay más de treinta ya. No sé dónde ponerlos”. Las embarcaciones se amontonan y los pesqueros se quejan por el “vertedero de pateras” en el que se ha convertido el puerto. “Tenemos un parque temático. La administración no hace nada”, dice uno. “¿Por qué no hacen un protocolo para llevarse a las pateras? No hemos traído este problema nosotros. Los que tienen que dar soluciones son ellos”, defiende otro.

El problema para los marineros se acentúa cuando las pateras, por no haber sido recogidas y estar al amparo de las mareas, se hunden y terminan en el fondo del mar. Los enseres con los que llegan los migrantes y que no se han recogido (camisetas, garrafas, plástico) también se sumergen con el cayuco. Y muchos de estos bienes acaban en las playas. “Cuando llega la marea se llenan de agua. Es echar la basura debajo de la alfombra. No puedes tener eso así. Esto es un daño para el muelle”, sostienen. Los pesqueros han reclamado más iniciativa por parte de las administraciones para acelerar la limpieza del muelle y exigen un protocolo que cumpla con las medidas sanitarias correspondientes. Porque, afirman, no es la primera vez que ocurre y desde hace unos años todo son “parches”. Actualmente hay 38 pateras en el Puerto de Arguineguín. La última vez que hubo tantas un incendio las calcinó.

El Muelle de Arguineguín pertenece a Puertos Canarios de la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Viviendas del Gobierno de Canarias. Desde hace unos años la zona deportiva del puerto fue concesionada a la empresa Puerto Deportivo de Arguineguín S.L., con un período de concesión de 30 años. Esta redacción se ha puesto en contacto con ambas entidades y las dos han afirmado que no tienen competencias en la recogida de pateras. “Nosotros hemos hablado con las instituciones para solucionar este problema y todas han mirado para otro lado”, esgrime una fuente de Puerto Deportivo de Arguineguín que ha preferido hablar en calidad de anónimo. “No tenemos una concesión para recoger pateras. Ni nos corresponde ni existen protocolos por parte de la administración pública para recogerlas”, agrega.

La parálisis es tal que la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno (recientemente detenida por un presunto fraude de delito electoral) presentará una moción en el próximo pleno municipal para quejarse del acopio de embarcaciones en el muelle. Y ha señalado a la Delegación del Gobierno, a quien insta a que “proceda con la inmediata retirada de las pateras/cayucos hacinados en el Puerto de Arguineguín”. Delegación de Gobierno ha indicado a este periódico que se ha llegado a un acuerdo para resolver esta problemática. Pero no ha respondido a las cuestiones sobre si existe algún protocolo y quién es el responsable de su puesta a punto.

La limpieza de pateras en Maspalomas

En el municipio de San Bartolomé de Tirajana, también al sur de Gran Canaria, le corresponde a la Consejería de Limpieza Viaria, Limpieza de Playas, Atención y Cuidado del Litoral la labor de recoger las pateras que tocan tierra por primera vez en sus playas. Fuentes internas explican cuál es el proceso.

“Todo el coste lo asume el Ayuntamiento. Tenemos que cogerlas en las playas, desinfectarlas, recoger lo que está tirado y llevarlo para una explanada para que pasen una cuarentena. A partir de ahí las destruimos y las llevamos al vertedero, que nos cobra 57 euros por tonelada. Tenemos que hacer esto nosotros porque no podemos dejar una patera en la playa, donde veranean los turistas”.

La “explanada” mencionada es la que se encuentra detrás del Mercado municipal de Maspalomas, un espacio rodeado de varios almacenes y que también se puede apreciar desde la carretera GC-1, una de las vías con más tráfico de la isla. “El Servicio de Limpieza las deposita allí. No hay otro sitio. ¿Dónde las ponemos? Llevamos por lo menos seis años haciendo eso. Antes incluso las donábamos a los colegios. Ahora con el coronavirus no lo hacemos”, señalan.

Hace unas semanas se produjo un incendio detrás del Mercado y se quemaron varias pateras. El cuerpo de bomberos del municipio confirma el incidente. “Es un residuo peligroso. Debe ser tratado de manera correcta, no puede ser que lo lleven a cualquier sitio. Detrás del mercado hay un cable de alta tensión y puede pasar algo grave”, subrayan. Otra cuestión que les inquieta es el uso de los motores que vienen con las pateras. La Consejería dice que los lleva a Vías y Obras. Pero Vías y Obras no ha confirmado el resguardo de los motores a esta redacción. Mientras, el cuerpo de bomberos los reclama. “Nos hacen falta, por si se puede dar un servicio. Estamos pendientes. Yo traté esto con unos concejales hace meses”.

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