La detención se realizó tras ser practicado un registro en su domicilio en el que se comprobó que era poseedor de gran cantidad de cartas y datos de aproximadamente doce personas, la mayor parte de ellas vecinos, con lo que había realizado operaciones similares. El autor, junto con las diligencias y toda la documentación incautada, pasó a disposición de la Autoridad Judicial, que decretó su ingreso en prisión.
Los hechos delictivos se remontan a septiembre de 2006, cuando un vecino del barrio de La Paterna de la capital grancanaria, se percató que estaban cargándole operaciones realizadas con una tarjeta de crédito de una determinada entidad bancaria anulada por él mismo en 2004.
La víctima se vió obligada a anular de nuevo la tarjeta en diversas ocasiones, a pesar de todo lo cual le seguían llegando cargos, sumando todos ellos una cantidad cercana a los 40.000 euros.
Tras la denuncia, agentes adscritos al Grupo de Delitos Patrimoniales de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Las Palmas iniciaron la investigación en contacto con los servicios de seguridad de la entidad de crédito, comprobándose que tras ser anuladas las tarjetas, otro hombre que se hacía pasar por la víctima solicitaba nuevas tarjetas, o pedía la reactivación de las mismas.
Asímismo se comprobó que la mayoría de las operaciones delictivas eran realizadas en cajeros automáticos de la localidad de Arucas y de la zona de Tamaraceite en Las Palmas de Gran Canaria, así como en un local comercial en la recta de Los Tarajales, lugares en los que se centraron las investigaciones.
Los agentes tuvieron que hacer uso de las modernas técnicas de análisis de vídeo, audio, fotografía y acústica hasta lograr dar con un sospechoso, que precisamente resultó ser vecino de la víctima y residía en su misma calle.