El Día Mundial del Urbanismo invita a repensar la ciudad del futuro en una clave que integre el medio ambiente

Canarias Ahora

Santa Cruz de Tenerife —

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El Colegio de Arquitectos de Tenerife, La Gomera y El Hierro (Coactfe) acogió el pasado viernes sendas conferencias a cargo de Juan Palop-Casado y Ginés Garrido Colmenero para hablar de las urbes del futuro y los proyectos de éxito que han liderado. El decano del colegio, Argeo Semán, fue el encargado de abrir la jornada que, bajo el lema “re-activando ciudades”, conmemoraba el Día Mundial del Urbanismo. La vocal de Urbanismo, Raquel Guanche, presentó a los intervinientes.

“El paisaje como infraestructura. Ensayos para el Sur” fue el título de la conferencia de Juan Palop-Casado (Valencia, 1967), que empezó explicando que vienen “tiempos fantásticos” para la profesión. “La única duda es si vamos a estar a la altura. ¿Seremos capaces de transformar esta disciplina en biotecnología? Debemos ser capaces de integrarnos. Ese es el gran reto”, afirmó.

Seguidamente habló sobre su vocación de mirar hacia el sur, ese lugar del planeta con 3.000 horas de luz anual, donde se concentra la mayor parte de la energía solar. “No trabajamos en Burgos o Islandia, lo hacemos en Canarias. Para nosotros, Canarias es el reto, que es además un laboratorio”, dijo en un momento de su charla.

Palop-Casado señaló la vulnerabilidad de las islas, que sufren ceros energéticos y tienen un problema serio con los vertidos. Eso le dio pie para hablar de lo que definió como el pensamiento “turbo-ecológico”. En Canarias, apuntó, “ya vivíamos en el Antropoceno antes que el término se hiciese popular”. Este planteamiento le permitió introducir el término bioeconomía. “Debemos empezar a construir un nuevo urbanismo, en contraposición al clásico”, dijo.

“Vivimos en un sistema centralizado. Pero ese sistema ya ha colapsado”, sentenció y esto “no está en la prensa, pero ya ha pasado”, añadió. “Debemos ir a la autogestión. Esto es una cuestión de supervivencia”, apuntó como nueva salida.

Describió Palop-Casado algunos de sus proyectos más recientes, como la nueva Ciudad Deportiva de la UD Las Palmas en Barranco Seco, que cuenta con un sistema de drenaje sostenible y muros ecológicos de tierra compactada. En ese sentido, detalló la política seguida para conseguir que todos los residuos de la obra se reutilizasen para alcanzar el “residuo cero”, evitando, de paso, llevar dichos residuos al vertedero.

Y habló también sobre otro de sus proyectos emblemáticos, acometido en Lanzarote. “Es para mí el cliente perfecto”, dijo, para recordar que Arrecife está “en guerra” con el agua y “estamos cambiando esa mentalidad”. El trabajo en el frente litoral de la capital de la isla permitirá crear un sistema de drenaje para evitar que el agua se pierda en el mar.

“Las ciudades deben rediseñarse y reconstruirse”, comentó sobre un proyecto que se ha basado en “buscar los caminos del agua y convertir los parques en depuradoras”.

Ginés Garrido

Por su parte, Ginés Garrido Colmenero (Albacete, 1962) disertó sobre Madrid Río, su proyecto más conocido. Así, recordó cómo se fraguó la idea de soterrar la autopista M-30 tras la llegada de Alberto Ruiz Gallardón a la alcaldía, “cuando se llevó de la Comunidad al Ayuntamiento a un equipo de técnicos muy potente en asuntos de transporte”.

Entre 2003 y 2007 se desarrolló una obra que definió como “complejísima”, desde el proyecto hasta la finalización de la infraestructura, incluyendo las correspondientes licitaciones. Garrido calificó este proceso de “pequeño milagro”, teniendo en cuenta, además, que se hizo sin cortar el tráfico.

La Confederación Hidrográfica del Tajo y la Comunidad de Madrid pusieron algunas trabas, felizmente salvadas en beneficio de la obra, que, por otra parte, acabó provocando la mejora de la calidad del agua del río al incluirse la construcción de 25 estanques de tormenta.

“¿Por qué ganamos el concurso? Pues porque entendimos que el río era muy importante, desde su nacimiento en la sierra de Guadarrama hasta su desembocadura en el Jarama. Esta forma de vincular los 70 kilómetros de río a la geología y la historia de Madrid fue la clave. El jurado lo entendió y tuvimos suerte”, explicó.

“Ganamos la obra de decoración de la gran obra, que eran los túneles”, comentó Garrido, para aclarar que apareció entonces “un nuevo Madrid, dejando de ser marginada esa zona. Se hizo la ficción de construir algo natural sobre unos túneles”, aclaró.

Ginés Garrido habló también de la importancia que tuvo el equipo de trabajo, con muchos interlocutores. “Solo hubo un contrato y un contratista, nuestro estudio”, explicó el arquitecto, señalándolo como una de las claves que explica la unidad del conjunto. “Madrid Río ha tenido mucho éxito, siempre está lleno de gente”, finalizó.