Día de reparación democrática en Arucas: víctimas del franquismo entierran a sus familiares tras 82 años de lucha

Pino Sosa con los restos mortales de su padre, José Sosa Déniz, a quien da sepultura 82 años después.

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

Domingo cargado de emoción en el centro de uno de los municipios canarios golpeados por la represión. Tras 82 años de dolor y sufrimiento, las familias de siete víctimas del franquismo han podido recuperarlas y darles sepultura. Son represaliados que han sido localizados en el Pozo de Tenoya, junto a otros siete, que aún no han podido ser identificados, pero que ya descansan en un panteón en su memoria en el cementerio de Arucas.

Los hombres identificados eran todos jóvenes, casados y que dejaron a sus familias rotas de dolor. Fueron secuestrados el 19 de marzo de 1937, coincidiendo con el Día del Padre. Muchos de ellos dejaban hijos pequeños, con muy poco tiempo de vida, como es el caso de Pino Sosa, que solo tenía 40 días cuando desaparecieron a su padre, José Sosa Déniz. Él tenía solo 24 años, vivía en el barrio de Las Chorreras y era un humilde hojalatero. Hoy es un día emotivo para ella, para su prima Balbina y para el resto de su familia. Por fin, ha podido darle sepultura tras toda una vida dedicada a recuperar sus restos mortales y demostrar al mundo que lo decía su madre era verdad: a José se lo habían llevado los golpistas. Pino recordaba hoy el día en el que acudió a la iglesia para hacer la comunión y un cura la señaló como “hija de los comunistas de Las Chorreras”. Desde ese día no paró de hacerse preguntas sobre su padre. “Estoy muy emocionada porque me he encontrado muchas piedras en el camino”. 

No es la única historia a la que se arroja algo de paz en este día. Otros seis hombres han sido identificados y todos han sido recordados durante el homenaje que brindaron los ciudadanos y ciudadanas conscientes de la necesidad de reparar y dignificar a las víctimas. Es el caso de Domingo Gómez Vega, de Las Chorreras, que solo tenía 38 años cuando desapareció. Estaba casado y era jornalero. También el de Francisco Santana González, de Arucas. Tenía 27 años, estaba casado y era presidente de La Sociedad.

Los familiares de Lorenzo Santana Medina, de Arucas, casado, de 42 años y albañil también han podido darle sepultura. Al igual que los de Pedro Roque Alemán. Tenía 47 años cuando fue fusilado, estaba casado y era albañil. Juan Torres Montesdeoca, de Arucas, tenía 46. También estaba casado y era obrero agrícola. Miguel Sánchez Santana, residente en Arucas, era casado y portero del matadero municipal. Todos han sido enterrados este domingo.

Nombres y apellidos detrás de los cuales hay una historia para recordar. Con el homenaje realizado se pretende, además de dignificarlos, recordar que un episodio así no puede volver a ocurrir en nuestra sociedad. Muchos de sus hijos ya han fallecido, pero ahí estaban sus nietos o bisnietos para reivindicarlos. Uno de ellos, lamentaba que su madre hubiera fallecido hacía apenas unos meses y no pudiera estar formando parte de este histórico día. 

Hubo quien, en medio del homenaje, se interesó por hacerse las pruebas de ADN con las que poder cotejar la identidad de estos hombres. José Pestano, director del laboratorio de Genética Forense de Las Palmas, explicó que hay una base de datos de entre 200 y 250 personas, pero no son suficientes. 

Gregorio Arencibia, portavoz de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Arucas, fundada en el año 2003 por Pino Sosa, rechazó los discursos políticos que han aflorado en los últimos tiempos que van en contra de esta búsqueda de verdad, dignidad y reparación. Cree que es importante visibilizar y seguir caminando para encontrar a todas las víctimas que fueron desaparecidas, no solo en los pozos sino en otros puntos de la isla como la Sima de Jinámar (tubo volcánico por el que eran arrojadas víctimas del franquismo) o la Fosa Común de Vegueta. 

La banda sonora de esta emotiva jornada la puso la agrupación Los Labrantes, con la voz del reconocido músico Víctor Batista. Aplausos, vítores a los homenajeados y muchas lágrimas de emoción acompañaron este duelo. Hasta Arucas se trasladó también la presidenta de la Asociación de la Memoria Histórica de La Palma, Aralda Rodríguez, quien insistió en que nunca debe olvidarse lo que ocurrió durante el franquismo. 

No hubo turno para ningún discurso político, ya que los verdaderos protagonistas de este emotivo día son las víctimas que se han recuperado del pozo de Tenoya. No obstante, sí que hubo presencia de miembros de distintos partidos. En su mayoría del PSOE, como el actual candidato a la Presidencia de Canarias, Ángel Víctor Torres, que luchó en su etapa de alcalde de Arucas por la búsqueda de estas víctimas; el alcalde del municipio, Juan Jesús Facundo, el candidato al Cabildo de Gran Canaria, Luis Ibarra o al Congreso por Las Palmas: Elena Máñez y Luc André, entre muchos otros socialistas. No hubo finalmente presencia de miembros directos del Gobierno de Pedro Sánchez. 

A la cita también acudió el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales o el consejero de Cultura, Carlos Ruiz, por Nueva Canarias. Por parte del Gobierno autonómico, se echó en falta la presencia del presidente, Fernando Clavijo, aunque hubo otros miembros de su Gobierno como el consejero de Justicia, José Miguel Barragán o la directora de Cultura, Aurora Moreno. El que fuera portavoz del PP en el Cabildo de Gran Canaria, Larry Álvarez, también asistió al homenaje y como miembros de Podemos, destacó la presencia de la candidata al Congreso por Las Palmas, Victoria Rosell o la candidata al Cabildo, Concepción Monzón. 

Cientos de personas acompañaron a los coches fúnebres en su recorrido hasta el Cementerio de Arucas, donde se dio sepultura a los 14 féretros en un panteón dedicado a su recuerdo y donde están escritos los nombres de todos los que hasta ahora han sido identificados. El interior estaba abarrotado de personas que querían mostrar su apoyo a las familias que después de tantas décadas cierran hoy un poco sus heridas. 

“Hace 82 años, les secuestraron, torturaron y asesinaron. 

Tiraron sus cuerpos a un pozo de Tenoya. 

Su delito... pensar diferente a los golpistas del 18 de julio de 1936. 

Hoy, una vez recuperados sus cuerpos, los entregamos a sus familias y a la sociedad. 

Su vida de luchadores por la democracia, y su muerte de mártires por la libertad, nos guían para que con la Verdad, la Justicia y la Reparación, consigamos la no repetición de aquellos horrores. 

Que descansen en paz, 

la gloria ya la tienen. 

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