Disputa de silbos en Canarias: lo que El Hierro quiere no le interesa a La Gomera

Silvia Álamo

Las Palmas de Gran Canaria —

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La declaración del silbo herreño como Bien de Interés Cultural (BIC) ha generado una de las crisis paradójicamente más silenciosas en el seno del pacto cuatripartito que sostiene al Gobierno de Canarias. Desde la preocupación y las numerosas peticiones del Cabildo de El Hierro -gobernado por el Partido Socialista- para que se culmine el expediente, a las declaraciones en contra que ha hecho el presidente de La Gomera -Casimiro Curbelo, líder de la Agrupación Socialista Gomera- una de las piezas que sustenta el cuatripartito regional. El gomero no ha escondido su desacuerdo ante este reconocimiento, cree que es una “fantasmada” y que no tiene recorrido. Esta posición pone en aprietos al Ejecutivo que preside Ángel Víctor Torres al que señala la Asociación Cultural para la Investigación y Conservación del Silbo Herreño acusándolo de “deja morir” el expediente por “intereses políticos”.

El arduo camino del silbo de El Hierro para convertirse en BIC comenzó hace ya casi un año, en marzo de 2019, con el anterior Ejecutivo regional, cuando se celebró la Ponencia Técnica de Patrimonio Arqueológico, Etnográfico y Paleontológico en la que se le votó, por unanimidad, a favor de este reconocimiento. A pesar de ello, a día de hoy la tramitación de este expediente sigue en el aire a la espera de que los servicios jurídicos del Gobierno regional contesten sobre si se encuentra caducado o aún está dentro del plazo legal para resolverlo.

El silbo herreño -al igual que el gomero- es un lenguaje construido sobre la base del dialecto del español hablado en la isla, si bien es cierto que tiene un sistema fonológico propio. Se trata de un sistema tonal, esto quiere decir que el sentido o significado de lo silbado es diferente dependiendo de la altura o del tono del sonido que se pretende difundir. Normalmente lo utilizaban los antiguos pastores de la Isla para comunicarse entre ellos a través de los barrancos, fundamentalmente en La Dehesa, una zona conocida por el pastoreo en la Isla del Meridiano.

Con el declive de esta actividad -hace algo más de medio siglo- comenzó a descender el uso del silbo y ya en la actualidad son muy pocas las personas mayores que lo recuerdan y lo mantienen. De hecho, desde que se inició el trámite para convertirlo en BIC, han fallecido al menos cinco personas que practicaban el lenguaje silbado en la Isla.

El silbo es una manifestación cultural que ha pervivido a lo largo de los siglos en Canarias. Muchos historiadores indican que procede de la población aborigen que habitaba las Islas y que su lugar de origen se localiza en el norte de África. En las islas de Gran Canaria, Tenerife, El Hierro y La Gomera se hacía uso del lenguaje silbado, aunque no se descarta que también se utilizara en La Palma. Pero es en La Gomera donde se ha conservado mejor, hasta el punto de ser declarado Patrimonio Oral, Cultural e Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco. Los grandes barrancos y la orografía de la Isla han contribuido a su uso y mantenimiento.

El expediente para convertir el silbo herreño en BIC se inició en diciembre de 2017, pero no fue hasta más de un año después cuando el anterior gobierno, liderado por Coalición Canaria, convocó la comisión técnica de patrimonio. Desde ese momento y hasta el comienzo de la siguiente legislatura, los documentos quedaron guardados en algún cajón. Tras el pacto del cuatripartito -formado por el Partido Socialista, Nueva Canarias, Podemos y la Agrupación Socialista Gomera- y con los nombramientos de los nuevos cargos del Ejecutivo regional, se convocó el Consejo de Patrimonio que acabaría con este largo proceso. Pero ocurrió un hecho que paralizó el procedimiento: el pasado 23 de diciembre el Ejecutivo conoció una sentencia del Tribunal Constitucional que afecta por jurisprudencia a los expedientes BIC y a su caducidad, una resolución judicial que podría afectar directamente al del silbo herreño.

Según fuentes gubernamentales, es esta sentencia la que ha paralizado el reconocimiento. Ante esas dudas jurídicas se desconvocó el encuentro -programado para el 26 de diciembre- y la Viceconsejería de Cultura y Patrimonio Cultural solicitó a los servicios jurídicos de la comunidad que aclararan la situación del expediente. “Estamos a la espera. Eso no significa que no se vaya a declarar BIC el silbo herreño, todos los informes son favorables, pero no podemos confiarnos porque luego la pueden rechazar al estar el expediente caducado”, explican las mismas fuentes. En caso de que caducara, el Cabildo de El Hierro tendría que volver a tramitarlo.

Desde la Asociación Cultural para la Investigación y Conservación del silbo herreño consideran que el argumento de la sentencia es una “excusa” que el Gobierno de Canarias utiliza para dejar caducar el expediente de declaración del BIC, ya que la resolución “no es aplicable” a este caso. El colectivo asegura que el documento “no está caducado” y que lo están dejando morir por “intereses políticos”. Asimismo resaltan que, en caso de que lo esté vivo, no se podría volver a iniciar el trámite hasta que pasen tres años.

La declaración del silbo herreño como Bien de Interés Cultural (BIC) se ha topado con la férrea oposición del presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, presidente de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), apoyo imprescindible para la continuidad del pacto de gobierno en Canarias. “Vamos a dejarnos de fantasmas y tonterías”, ha llegado a manifestar al ser preguntado por esta iniciativa. Colectivos herreños consideran que Curbelo es “la mano negra” que presiona para impedir un reconocimiento que pueda llegar a rivalizar con el silbo gomero. Las fuentes del Ejecutivo consultadas por este periódico aseguran que “nunca” se han visto coaccionados o intimidados a la hora de realizar este trámite e insisten en que no es una cuestión de rivalidad.

Para los gomeros, el silbo herreño “no tiene nada que ver” con su lenguaje “articulado, capaz de sostener una conversación a kilómetros de distancia” y documentado desde hace siglos, y limitado a su uso para cuestiones ganaderas. Sin embargo, el antropólogo francés René Verneau hablaba del silbo herreño en 1880 en su libro Cinco años de estancia en las Islas Canarias como una forma de comunicarse entre la población de la Isla.

Para el actual Gobierno, el verdadero responsable de esta situación es el anterior. “No es una cuestión política, esto viene por la dejadez a la hora de tramitar las cuestiones”, aseguran. Asimismo, indican que una vez estén las gestiones realizadas no podrán tomar otra decisión. “Este Gobierno no ha participado en el proceso, es una situación sobrevenida y las valoraciones técnicas ya están hechas”.

Portavoces de la asociación del silbo herreño creen que las responsabilidades recaen en las dos administraciones. “Lo paró el anterior Gobierno de Canarias y este lo ha seguido parando”, comentan a este periódico. Existe “falta de voluntad política” y “alguien está presionando”, ya que el expediente lleva 20 meses archivado y no ha sido resuelto por nadie. El colectivo asegura que “es el único” trámite que está en esta situación en el Gobierno de Canarias y que ellos mismos han pedido que se les haga un informe sobre estas circunstancias.

Además, la asociación recuerda que existen consecuencias penales cuando una administración pública dilata un procedimiento de manera intencionada y que está a la espera de que el Cabildo de El Hierro adopte las medidas jurídicas y judiciales que procedan. No entienden sus representantes “cómo es posible que un Bien de Interés Cultural en peligro de extinción se esté dejando morir”.

El Ejecutivo ha manifestado que aún no está certificada la caducidad del expediente hasta que los servicios jurídicos se pronuncien de manera firme. Asimismo, las fuentes consultadas señalan que una declaración BIC es un “motivo de alegría y orgullo para todos los canarios” y que en “ningún caso” se puede convertir un enfrentamiento. “El BIC no ataca a otro elemento patrimonial, simplemente reconoce y protege a uno”.