Varios centenares de personas se han manifestado este sábado en Las Palmas de Gran Canaria, para exigir que los inmigrantes que están acogidos en complejos turísticos sean reubicados en otras instalaciones públicas. Se trata de una movilización en la que se podía apreciar la falta de distancia de seguridad y donde se han vivido momentos de tensión e insultos a agentes de la policía.
Frente a la Delegación del Gobierno en Canarias se han concentrado unas mil personas, según la Policía Local; y dos mil, de acuerdo a la Plataforma Únete por Canarias, convocante de la protesta y desde allí se han dirigido a la sede de la Presidencia del Gobierno de Canarias.
Según recoge Efe, la concentración en la plaza de la Feria previa a la manifestación, ha habido algún momento de tensión cuando un grupo de personas se ha acercado hasta la misma puerta de la Delegación del Gobierno en Canarias y se ha encarado e insultado a los agentes de las fuerzas de seguridad que la custodian. El incidente se saldó sin consecuencias después de que los manifestantes retrocedieran.
Durante la concentración frente a Delegación del Gobierno, un manifestante también increpó a un trabajador de Televisión Española mientras intentaba grabar. “Cien millones de euros le dio Pedro Sánchez a la Televisión para contar mentiras”, le gritaba.
El manifestante perseguía al cámara de RTVE hasta que le preguntó si iba a dejar trabajar. “Si haces tu trabajo bien, sí”, aseguró. Una mujer se acercó hasta este hombre y le gritó “fuera, fuera”, por lo que dejó de increpar al trabajador. La Asociación Canaria de Noticias Audiovisuales (ACFIPRESS) ha mostrado su apoyo al trabajador con este vídeo en su cuenta de Twitter.
Los manifestantes han expresado su rechazo a la llegada de inmigrantes a las islas y a la política migratoria tanto del Estado como del Gobierno de Canarias y han pedido la dimisión de sus responsables. “Gobierno, dimisión”, “Pedro Sánchez, dimisión”, “Primero, los canarios”, “Fuera el comunismo” y “Canarias se nos muere” han sido algunos de los lemas coreados en la marcha.
Vox abandera precisamente el discurso anti-inmigración para arañar en Canarias la notoriedad que no logró en las urnas. Sin ninguna representación en las administraciones de la comunidad autónoma y con dos diputados en el Congreso, uno por cada provincia, la formación se ha valido de bulos y alarmismos para hacer ruido, pidiendo incluso un bloqueo naval como “única solución a la invasión organizada”.
El pasado 29 de noviembre, decenas de vehículos se sumaron a una caravana liderada por el diputado de Vox por Las Palmas, Alberto Rodríguez, y organizada para exigir el fin “de la invasión migratoria” y defender “el turismo y la hostelería”. El partido no considera la pandemia como la principal causa de la caída del turismo en la comunidad autónoma. Por el contrario, ha optado por señalar a los 20.000 migrantes que han sobrevivido a la ruta atlántica como culpables, nutriendo así su discurso de odio hacia los extranjeros.
El hecho de que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones haya habilitado complejos extrahoteleros vacíos (a propuesta de los propios complejos) como recursos de acogida ha sido utilizado como arma por Vox para alimentar su perorata. De esta forma, el partido se ha sumado al argumentario que ha protagonizado la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, desde que el muelle de Arguineguín -ubicado dentro de su área de gestión- pasara a ser un símbolo de los problemas en la gestión migratoria.
La manifestación convocada este sábado en Las Palmas de Gran Canaria coincide con una concentración convocada por Vox en Lanzarote, en la que participa el presidente de esa formación, Santiago Abascal, contra lo que considera “una invasión migratoria en Canarias”.