Las asociaciones ecologistas Turcón y Ben Magec han presentado alegaciones contra los planes del Ayuntamiento de Tejeda (Gran Canaria) de construir una embotelladora que permita comercializar las aguas que manan de La Mina y El Molinillo, por su impacto sobre los caudales ecológicos.
Las dos asociaciones, pertenecientes a Ecologistas en Acción, sostienen que autorizar el aprovechamiento de aguas para la embotelladora (dos litros por segundo del naciente de La Mina y un litro del naciente del Molinillo) mermaría los caudales que actualmente son trasvasados a la cuenca de Las Lagunetas y podría producir “la ruina” del ecosistema del barranco de La Mina.
“En la actualidad, las aguas que llegan a la altura de los Molinos de la cumbre y por la que estamos luchando para que circulen libremente por el barranco no superan los cinco litros por segundo, según nuestras apreciaciones”, argumentan.
Los ecologistas demandan que esas aguas sigan corriendo “libremente, como siempre lo ha venido haciendo durante 500 años por el barranco de La Mina”, respetando su caudal ecológico.
A su juicio, si se autoriza detraer más aguas de esa cuenca, “un espacio que en estos momentos es un lugar verde y frondoso, reducto de flora y fauna endémica” se podría convertir en “un erial, un secarral donde antes todo fue vida y verdor”.
“Se viene argumentando de forma fraudulenta que el entubamiento evita pérdidas, infiltración, evaporación, desvío por reposo, etcétera. Realmente no son perdidas, son el caudal ecológico propio de los ecosistemas de la zona, no olvidemos que estamos hablando de espacios naturales protegidos, en base a su riqueza paisajística”, añaden Turcón y Ben Magec, en un comunicado.
Los ecologistas defienden que toda la vida que existe en esa zona (aves, pequeños mamíferos y flora autóctona) “necesita de las aguas superficiales de forma permanente, en especial la vegetación de ribera de cauce”.