La consejera de Educación del Gobierno de Canarias, María José Guerra, ha respondido al resultado del informe Pisa con “preocupación”, especialmente en el rango de edad de los 13-15 años en el que “se da una quiebra del sistema”. Como ha expresado durante la presentación del Protocolo de Violencia de Género en la mañana de hoy, el informe que coloca al alumnado de 15 años del archipiélago con la puntuación más baja de todas las comunidades autónomas en matemáticas y ciencias, “consolida la brecha educativa entre norte y sur de España”, donde existe “una correlación entre desigualdad social y económica”.
También se desgrana de este informe, ha señalado Guerra, “los datos de pobreza cultural”, que supone un reto para Canarias que debe “mejorar con el handicap de que las comunidades con mejores resultados siguen avanzando”, lo que supone “un problema complejo”.
Entre las líneas de actuación del Gobierno de Canarias para atajar estas cifras, ha asegurado que se “empezará por la educación infantil, con medidas para promocionar la lectura”, y se trabajará “en bajar las ratios, con más calidad y garantías”.
Como ha afirmado la consejera, está “preocupada” por la “falta de referentes y falta de expectativas entre los jóvenes”, que tienen “déficit en varios aspectos como los idiomas para alcanzar puestos de trabajo cualificados”.
El futuro a las nuevas generaciones debe pasar por “subir el nivel y el dinamismo tecnológico” así como implementar “la formación continua en tecnología para estar constantemente recualificándose”.
La sociedad canaria debe “estar formada desde la base”, porque “el abandono escolar temprano entre los 13-15 años preocupa enormemente”, ha insistido.
Esta “quiebra del sistema” debe solventarse con “medidas que sean trasversales” y que también busquen “mejorar las condiciones sociales y subir el nivel”, ha subrayado.