El Ejército descarta ser el foco en el que se encuentra el origen de la contaminación de la Bahía de El Confital, cuya playa tiene prohibido el baño desde abril del pasado año.
Así lo señala a este periódico el coronel jefe de la Unidad de Servicios de la Base, Luis Molina, quien explica que los colorantes empleados en la red de saneamiento del acuartelamiento General Alemán Ramírez “no han salido” en la capitalina bahía.
La pasada semana el diputado y segundo teniente de alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Pedro Quevedo, registraba una pregunta a la ministra de Defensa, Margarita Robles, en la que le cuestionaba cuándo tiene previsto su departamento mejorar el alcantarillado de la base porque su obsolescencia “podría ser una de las posibles afecciones de la situación de contaminación en la playa de El Confital”.
Molina recalca que “oficialmente” no hay ningún informe técnico que diga que exista este problema y que los tests han dado, de momento, negativo. “Se ha facilitado en todo lo posible tanto al Ayuntamiento como a Emalsa que pusieran máquinas aquí con colorantes para comprobar si había vertidos, los colores que había en la Base General Alemán Ramírez no han salido”.
No obstante, el coronel jefe admite que la base tiene problemas en las instalaciones de saneamiento, al igual que sucede en “todo el barrio de La Isleta”.
“Estamos reparando y ya hay un proyecto previsto por si fuéramos nosotros [el origen], que no lo creemos. Ya se ha puesto en marcha 180.000 euros de inversión para arreglar las deficiencias que tenemos en nuestras instalaciones, pero oficialmente ni a mí ni al Ministerio de Defensa se nos ha comunicado que seamos los responsables”.
Molina apunta también que desde Emalsa “no saben cuál es la causa”. El Confital cumple más de año y medio con la bandera roja que prohíbe el baño a los usuarios, pero aún no se encuentra cuál es el origen y, mucho menos, la solución.