El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Teror, Santiago Ojeda, ha asegurado este jueves en el programa El Salitre de Verano, de CANARIAS AHORA RADIO; que la empresa pirotécnica propiedad de la familia Dávila León “cumplía todas las medidas de seguridad” y que la fábrica estaba “alejada” de las viviendas de la villa.
El edil terorense ha recordado que la Comandancia de la Seguridad Social de Explosivos visitó hace dos meses las instalaciones de la empresa para revisar los sistemas de seguridad. En este sentido, Ojeda recalcó que los propietarios eran personas “muy cuidadosas” en el tratamiento del material pirotécnico y con una gran experiencia en el sector.
Ojeda también ha expresado su deseo de que la empresa de la familia Dávila prosiga su actividad “por el bien de la pirotecnia”, así como la “consternación” del pueblo de Teror por el desgraciado suceso. “Lo único que es irrecuperable es la vida de las dos personas”, ha lamentado el concejal de Seguridad de la corporación, quien ha confirmado que el levantamiento de cadáveres se produjo sobre las 20:30 horas de este miércoles y que los cuerpos fueron trasladados inmediatamente al Instituto Anatómico Forense, donde está previsto que les practiquen las autopsias durante la jornada del jueves.
Asímismo, tuvo palabras de aliento para el sobrino del dueño del taller, que permanece ingresado en el Hospital Universitario de Gran Canaria Juan Negrín con quemaduras de carácter menos grave, destacando que “volvió a nacer” tras el accidente.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Teror ha decretado tres días de luto por el fallecimiento de sus dos vecinos y ha suspendido los actos festivos previstos para este próximo fin de semana. La corporación de la villa mariana se reunirá este jueves para decidir los homenajes que Teror rendirá a Francisco Dávila y a su hijo Pablo durante las fiestas del Pino que se celebrarán en septiembre en el municipio grancanario. Unas fiestas que contaban con un festival de fuegos artificales que corría a cargo de la empresa en la que trabajaban los fallecidos.
Revisiones habituales a las fábricas
Ramón Martel, representante de Pirotecnia San Miguel, también ha querido sumarse a las muestras de dolor por el suceso y ha expresado su “tristeza por la pérdida de un compañero de trabajo”. Ha recordado a Francisco como “uno de los mejores profesionales de la pirotecnia, de la vieja escuela, que transmitió sus conocimientos a su hijo”.
También se ha referido a la seguridad de las empresas pirotécnicas, recordando que están sujetas al reglamento de explosivos y a revisiones habituales de empresas de prevención de riesgos laborales y de la Guardia Civil.