A los detenidos se les incautó de 1,5 kilos de cocaína de gran pureza, 20.000 euros en metálico, un vehículo, una balanza de precisión, diversos útiles para la preparación del estupefaciente y abundante documentación, informó la Guardia Civil. La operación se inició tras descubrirse que un nigeriano apodado Bobby vendía droga en distintos locales de ocio nocturno y en zonas de esparcimiento público de Gran Canaria, principalmente en el sur y sureste.
Según la Guardia Civil, durante un registro se incautaron de hasta 98 cápsulas de clorhidrato de cocaína de gran pureza, que arrojaron un peso de 1,507 kilos, y que “habían sido introducidas clandestinamente por el aeropuerto de Gran Canaria desde Madrid”. Los detenidos son tres varones identificados como H.O. de 30 años; A.A. de 33 años y A.P. de 32 años, y dos mujeres, S.J. de 26 años y V.M. de 24 años.
Tras ser puestos a disposición judicial en San Bartolomé de Tirajana, el juez decretó el ingreso en prisión de estas cinco personas en el centro penitenciario del Salto del Negro.
Objetivos en Italia y Venezuela
Por otro lado, la Policía Nacional detuvo en Tenerife a cinco personas que al parecer formaban una banda internacional dedicada a la falsificación de moneda, robos con fuerza y estafa, para lo que usaban documentos robados en la República Dominicana y querían operar en Italia y Venezuela. La Comisaría Provincial informó de que los detenidos fueron identificados como J.E.D.O, de 34 años; H.O.H.R., de 25; F.R.F.A., de 35; J.M.L.D., de 27; y L.R., de 30, y de ellos tres son de nacionalidad venezolana, uno es español y otro es italiano.
La detención se produjo el 19 de marzo y las investigaciones se iniciaron tras observar los agentes que estas personas solicitaban cambio de billetes a los viajeros de la estación de guaguas de Playa de las Américas, lo que ocasionó sospechas. Al procederse a su identificación dos de ellos facilitaron la misma filiación, por lo que se comprobó que eran falsas y además en un registro posterior se encontraron numerosas tarjetas de crédito a nombre de diferentes personas.
Los agentes descubrieron que eran tarjetas duplicadas obtenidas mediante robos o lecturas fraudulentas de los datos en restaurantes y tiendas, así como en robos con violencia en la República Dominicana. Al parecer también se cometieron delitos en la Península y en diversos países sudamericanos.
Según la Policía, la banda pretendía trasladarse a Italia y posteriormente a Venezuela tras obtener “grandes beneficios”, ya que también compraban artículos caros para venderlos de forma fraudulenta a bajo precio. A los detenidos se les incautó gran cantidad de dinero, que la Policía no especifica, en dólares estadounidenses, bolívares y euros, así como material informático y tarjetas clonadas y en preparación.
También se encontró información en soportes informáticos preparada para enviarla a Venezuela y fabricar nuevas tarjetas.