Una escalera hacia el cielo para el apóstol más rockero de las vacunas

EFE/José María Rodríguez

Las Palmas de Gran Canaria —
13 de enero de 2021 19:57 h

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Un rockero empedernido como Amós García Rojas no puede evitar ponerle banda sonora a los episodios importantes de la vida, con temas que evoquen el estado de ánimo: el suyo, gracias a la vacuna contra la covid-19, acaba de cambiar el paso y suena a 'Stairway to heaven', de Led Zeppelin.

García Rojas no solo es el presentador de La posada del blues, el programa de rock clásico que el último fin de semana de cada mes emite para toda Canarias la emisora educativa Radio ECCA, sino que además dirige el servicio de Epidemiología de la sanidad pública de las islas y preside la Asociación Española de Vacunología.

Desde que un virus llamado SARS-CoV-2 nos cambió la vida a todos, es una cara habitual en las televisiones de todo el país, porque muchos buscan su análisis sobre cómo evoluciona la pandemia, sobre todo desde que llegó la esperanza de la inmunidad, en intervenciones que él siempre aprovecha para repetir el mantra que abre también todos sus mensajes en Twitter: “Calma y paciencia: +Prudencia”

Pero cualquiera que lo conozca un poco más de cerca, sabe que por las venas de uno de los “apóstoles” más conocidos de las vacunas en España corren grandes dosis de AC/DC, Rolling Stones, Van Morrison, Led Zeppelin y hasta de los pioneros del rock'n'roll en los 50.

Lo suyo es el rock clásico y su aspecto le delata, incluso vistiendo de americana, aunque esta mañana de miércoles 13 de enero se haya cortado ligeramente su media melena para la ocasión: desde poco después de las 9.30, por su sangre fluye también la vacuna de Pfizer-BioNtech. Y él no puede ocultar que está emocionado.

“Es francamente emocionante. Es el único instrumento que nos va a permitir moderar la pandemia, la vacuna. Después de tantos meses de dolor, de sufrimiento, de ver a los compañeros y a uno mismo trabajar hasta la extenuación...”, confiesa García Rojas a los periodistas, mientras sus ojos se humedecen y su cara se ilumina.

No lo puede ocultar ni la mascarilla. Sabe que, “sin bajar la guardia”, él puede empezar a pensar en “sentirse libre de resultar infectado”. Él y todos los españoles que ya han recibido la primera dosis de la vacuna contra la covid-19: ancianos en residencias, los cuidadores que los atienden y personal sanitario. Los primeros.

En el caso de Canarias, son ya más de 23.000 personas las que se han inyectado la vacuna. Y García Rojas espera que el proceso se acelere mucho en los próximos días, en cuanto termine la etapa más complicada y lenta, la de las residencias de mayores, que en el caso de Canarias se culminará mañana jueves la administración de la primera de las dos dosis.

El presidente de la Asociación Española de Vacunología aguanta estoico la punción de la aguja, incluso agradece a la enfermera lo bien que le ha puesto la inyección. Pero mientras aguarda los 15 minutos de reposo obligatorios para asegurar que no sufre ninguna reacción, no puede evitar que surja el tipo bromista y socarrón que lleva dentro.

Se lleva la mano a la frente, cambia el gesto, mira serio a los compañeros y suelta: “Si me disculpan, es que me siento un poco raro. Oigo voces... como de Bill Gates”. Las carcajadas le rodean.

Cuando se le pregunta si en lugar de voces en estos momentos suena alguna música en su cabeza, regresa a escena el director de “La posada del blues”, el melómano de gustos más bien cañeros, que sugiere elegir algo “potente” para a ocasión.

“Para mí”, explica, “la pandemia tiene una banda sonora clarísima, que ha pasado de la melodía al ritmo. Es una banda caracterizada primero por The long and winding road', el largo y tortuoso camino de los Beatles, y que luego siguió con 'Autopista al infierno' (Highwaw to hell), de AC/DC. Y en esto momentos yo me sitúo en La escalera al cielo (Starway to heaven), de Led Zeppelin”.

Con esos consejos musicales, retoma su faceta de experto sanitario, para dirigirse directamente a todos aquellos que aún alberguen alguna duda sobre si vacunarse contra la covid-19 o no.

“Hablamos de una enfermedad que ha matado a dos millones de personas, que se dice pronto. Los efectos secundarios que puede producir están claramente descrita en los ensayos clínicos y son similares a los de cualquier vacuna. Por lo tanto, hay que elegir entre la posibilidad de infectarse y fallecer y la de tener algún tipo de efecto secundario que no suele ser frecuente”, resume.

Y si la explicación técnica no basta, Amós García Rojas apela a la razón, al sentido común: “¿Y si no nos vacunamos, qué? ¿Cuál es la alternativa? ¿Seguir así como estamos?”

Él, de momento, regresa a su trabajo en plena tercera ola de la pandemia, con el subidón de la vacuna y Led Zeppelin. Pero seguro que su siguiente tuit empezará así: “Calma y paciencia: +Prudencia”, porque como dijo anoche en la misma red social, la llegada de la vacuna no significa “que está todo el pescado vendido”.