El curso que termina este verano para las escuelas infantiles de cero a tres años que dependen de la Consejería de Bienestar Social ha sido amargo. El año escolar ha estado marcado desde el comienzo por el cierre de aulas o la acogida selectiva de menores precisamente por falta de personal. La semana pasada, por ejemplo, familias de la escuela de Las Folías, en Gran Canaria, alertaban de que no se recogían niños y niñas hasta nuevo aviso porque faltaban educadoras.
Las incidencias han sido constantes y en numerosas ocasiones se han colgado avisos en los centros en los que se podía leer: “Se ruega a los familiares que no trabajen, se abstengan de traer a sus hijos e hijas por falta de educadoras. Seguimos teniendo problemas con la contratación de personal”. Se trata de anuncios que descolocan a las familias y que les ponen en la tesitura de tener que cambiar sus planes, pero también afecta a los menores y su adaptación a estos centros o a sus rutinas.
Desde la Consejería de Bienestar Social confirman que de nuevo estas semanas se han producido bajas de personal y que cada vez que esto ocurre, al no disponer de una lista de la que poder llamar para sustituir, se solicita a Función Pública iniciar un trámite y que autorice para que el Servicio Canario de Empleo pueda contratar.
No obstante, desde hace semanas se llevan celebrando las pruebas para formar parte de esa lista de personal y las educadoras y educadores infantiles admitidos ya han realizado los exámenes pertinentes. Este mismo 29 de junio se celebró la segunda parte de las pruebas para las listas de educación infantil en Gran Canaria y Tenerife.
Desde el área que dirige Candelaria Delgado se incide en que la idea es que el próximo curso esas listas estén ya completadas y se pueda tirar de ellas para cubrir personal, ya que, según indican, es un problema con el que se encontró el equipo al llegar al Gobierno: que las listas no se habían actualizado desde hacía años.
El viceconsejero del área, Francis Candil, explicó hace unos meses a este periódico que esta falta de personal afecta a las 13 escuelas infantiles que dependen de esta Consejería y que es un problema cíclico: en ocasiones puede verse un centro afectado y en otras otro diferente. Durante varios meses, se trabajó con los sindicatos con el fin de sacar adelante el proceso selectivo que permita contar con una lista a la que recurrir cuando haya que sustituir bajas. Sin embargo, una fuerza sindical impugnó el proceso y asegura que por eso se ha ralentizado.
Las familias con menores con necesidades especiales han sido las más afectadas por los cierres de aulas en escuelas infantiles canarias. Una madre llegó a explicar a este periódico que sus horarios de trabajo (con turnos de mañana y tarde) y el hecho de tener dos menores hace que sea más complicado encontrar una solución rápida cuando se producen los cierres de aulas por falta de educadora, algo que se está produciendo de manera constante.
Las diferencias con las escuelas de la Consejería de Educación
En estos meses de curso, las familias han presentado escritos quejándose de este cierre de aulas, de que se les avise con tan poca antelación, pero también han reprochado las diferencias que existen entre estas escuelas y otras que dependen de la Consejería de Educación, que cuentan con acogida temprana y recogida tardía o con tres figuras permanentes en aula: maestro de educación infantil, técnico y auxiliar.
Desde el sindicato Cobas también han alertado este curs de que esta falta de medios ha “provocado que las familias y los niños y niñas de estas escuelas se vean afectados, ya que no se les ha podido dar este servicio público, teniendo que ser enviados a sus domicilios, al no poder cumplir su actividad diaria y con garantías, porque sus educadoras no han sido sustituidos, sabiendo que es un servicio esencial para aquellas familias con pocos recursos o aquellas familias que necesiten este servicio público para poder conciliar su vida laboral”.
El sindicato también remarca que esto está suponiendo una sobrecarga en el trabajo del personal, pues está generando que “los trabajadores y trabajadoras vean mermados o incluso anulados sus derechos por conciliación familiar y laboral aunque estén solicitados con tiempo suficiente para el buen funcionamiento de los centros escolares” y recuerda que estas escuelas siguen sin cobertura a aquellas plazas por movilidad de trabajadores de las escuelas a otros servicios de esta consejería y que no han sido cubiertas“.