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Así explican en las playas australianas los efectos de las microalgas en la población

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

El Ayuntamiento de la ciudad australiana de Gold Coast tiene, en su página web, una ficha técnica (fact sheet en inglés) sobre las Trichodesmium erythreaum, comúnmente conocidas en Canarias como microalgas, en la que se explica qué son, qué apariencia tienen y qué efectos tienen en la población.

Durante la rueda de prensa dada este lunes por el taxónomo y experto del Banco Español de Algas (BEA) Emilio Soler; la jefa del servicio de Sanidad Ambiental del Gobierno Autónomo, María Luisa Pita y el doctor en Ciencias del Mar y técnico del departamento de Biodiversidad de la Consejería de Medio Ambiente Rogelio Herrera, los tres reconocieron que en Canarias ha existido desinformación a la población sobre la crisis de la microalgas y pusieron de ejemplo el documento de la ciudad australiana.

Bajo el lema “nuestros canales, nuestras responsabilidades”, el Consistorio comienza explicando que el clima subtropical provee unas condiciones cálidas y soleadas que pueden hacer que existan blooms de Trichodesmium erythreaum, “una cianobacteria (alga verde-azul) que aparece naturalmente en océanos de aguas tropicales y subtropicales y son comúnmente conocido como aserrín de mar, esperma de ballena, comida de ballena o espuma de mar”.

El texto prosigue diciendo que el Trichodesmium pertenece a la familia de los fitoplancton y juega un importante rol en la cadena alimentaria en el agua. “Normalmente apenas son visibles a simple vista, pero en aguas que han estado calmas por largos periodos de tiempo comienzan a flotar como aserrín en la superficie”. Así, indican que estas cianobacterias florecen con mar en calma, corrientes del norte y temperaturas cálidas, y que además pueden decolorar el agua.

La hoja recuerda que los blooms en Australia tienen lugar, sobre todo, entre agosto y diciembre y que en Gold Coast son visibles tanto en la playa como en los estuarios de la ciudad. “Pueden tener un desagradable olor a pescado”, añade, y prosigue diciendo que el viento y las corrientes ocasionan a veces la formación de grandes grupos de estas cianobacterias.

“Las floraciones de Trichodesmium pueden hacer que el agua parezca oxidada, pero también pueden hacer visibles rastros de rayas grises, verdes y púrpuras”, describe el documento.

“En condiciones estancadas, Trichodesmium puede liberar una toxina clara que cambia el color de las floraciones del marrón del óxido al verde y también libera un pigmento que colorea el agua rosada. La concentración de la toxina en un sistema natural, como el océano, generalmente no es lo suficientemente alta para ser perjudicial para la salud humana. Sin embargo, para estar seguro, es mejor evitar las zonas afectadas”, comentan desde el Consistorio australiano.

La información concluye con un “no se asuste” ya que las floraciones generalmente desaparecen en pocos días y que en caso de que se haya entrado en contacto con las microalgas, “se puede enjuagar la piel fácilmente”.