La fallecida en Arona “tenía miedo” de su marido

Testigos cercanos a la mujer fallecida en Arona en 2010, Emese K.L, han declarado este martes que el marido, que está acusado de asesinarla, era “celoso y controlador” y que la víctima quería separarse de él pero tenía miedo de su reacción. Así lo han contado en el segundo día del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife contra el ciudadano húngaro P.L, que según la fiscal asesinó a su mujer después de una pelea por celos, mientras que la defensa argumenta que fue un homicidio involuntario al forcejear en el trastero de su casa de Arona.

También han declarado varios guardias civiles que intervinieron en el caso y que han narrado que la voz de alarma de la desaparición de la víctima la dieron sus compañeras de trabajo y que contactaron con P.L pero que él afirmó que no sabía nada. Los agentes han declarado que registraron la casa sin ver indicios de nada extraño hasta que observaron manchas de sangre en el coche de él y, posteriormente, inspeccionaron el trastero y el garaje donde encontraron más restos de sangre y productos de limpieza.

Han explicado que, una vez detenido, la versión de P.L siempre fue que había bajado a buscar a su mujer al garaje después de discutir con ella, se la había encontrado muerta en el suelo y se había asustado, por lo que había cargado el cuerpo en el coche y había salido a buscar un sitio donde enterrar el cuerpo. La versión de los agentes es que el acusado parecía en todo momento “normal y tranquilo”, pero un guardia civil ha contado que interrogó a P.L y que en un momento él se “derrumbó y empezó a llorar”

“Me dijo que ella estaba muerta pero que él no la había matado”, ha explicado. Según los agentes, después de tomarle declaración fueron a buscar el cuerpo de Emese con el acusado, pero no lo encontraron hasta el día siguiente, enterrado bajo unas piedras cerca de un campo de fútbol.

Otro guardia civil que entrevistó a personas cercanas al matrimonio ha asegurado que era frecuente que describieran al acusado como “celoso, manipulador, mentiroso y violento verbalmente”.

“Emese me dijo que él le controlaba”

La hermana de la víctima ha contado que no se llevaba muy bien con P.L y ha asegurado que Emese quería separarse de su marido pero que “tenía miedo de que le quitara a su hijo”. “Emese me dijo que él le controlaba las comunicaciones y que era celoso”, ha explicado la hermana de la víctima, quien ha asegurado que su hermana le dijo que la agredía “psicológicamente”, aunque ha dicho que no tenía conocimiento de que hubieran malos tratos físicos.

Las compañeras de trabajo de Emese han asegurado que ella era una persona muy “cumplidora” con su trabajo, por eso les extrañó que no apareciera ese día. Las dos testigos que trabajaban con la víctima han coincidido en que Emese contaba que su matrimonio estaba mal y que ella tenía “miedo” de él.

“La llamaba como 20 veces al trabajo cada día”, han afirmado las compañeras, quienes han explicado que Emese les había contado que él pensaba que era de su “posesión” y que en alguna ocasión vieron que ella tenía moratones pero que decía que eran de practicar taekwondo. Una amiga de la víctima ha confirmado que Emese estaba descontenta con la relación y que quería separarse, y además ha explicado que Emese sabía que P.L le era infiel con otras mujeres.

La víctima tenía dos hijos, el más pequeño fruto de la relación con el acusado, y, según los testigos, la hija mayor tenía una mala relación con el marido de Emese y por eso se había ido a vivir con su abuela a Hungría, mientras que señalaron que Emese había contado que P.L había llegado a pegar a su hijo menor.