Una familia denuncia que un hospital público canario negó a su madre el derecho a una muerte digna

Marcela, en los pasillos de Urgencias del Hospital Doctor Negrín.

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

La familia de una mujer que murió el mes pasado en el hospital Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria por un linfoma denuncia que la paciente pasó siete días de “extremo sufrimiento” a pesar de que había firmado el testamento vital para evitar una muerte con dolor, como recoge la ley canaria de muerte digna.

Según adelantó este martes la Cadena Ser, en enero de este año la mujer empezó a tratarse de su enfermedad siempre con la condición de que se respetara su voluntad de no sufrir en caso de complicaciones. Desde el pasado 8 de marzo, fue ingresada en el hospital y cuatro días después fue trasladada a la Unidad de Reanimación “porque no había camas en Medicina Intensiva”.

Su hijo Aridani González ha subrayado a Canarias Ahora que, a juicio de la familia, el hospital “no ha cumplido con la voluntad de su madre”, por lo que ha pedido por escrito explicaciones al centro hospitalario y no descarta iniciar acciones judiciales. Relata que el sufrimiento de la familia comenzó el pasado 6 de diciembre cuando, tras realizarle diversas pruebas, le diagnosticaron “colangiocarcinoma en grado 4 y con metástasis, por lo que la esperanza de vida que nos dieron era de semanas”.

Más tarde, explica que se le diagnosticó un linfoma y se le empezó a tratar con quimioterapia. González aclara que los médicos le advirtieron de que había entre un 50% y un 60% de posibilidades de que fuera curada.

La primera de las quejas que la familia interpuso fue el pasado 7 de marzo, ya que la madre fue ingresada en los pasillos de urgencias por falta de camas. A esta reclamación, el hospital contestó por escrito que aunque “no es lo más adecuado” muchas veces el personal se ve obligado a ubicar a los pacientes en los pasillos por la sobrecarga.

El 12 de marzo, siempre según la versión de su hijo, los médicos decidieron trasladarla al área de Medicina Intensiva ya que había sufrido un fallo multiorgánico, pero “al no haber cama se le trasladó a Reanimación”. Allí, la familia presentó el testamento vital de su madre para que no siguiera sufriendo, pero le contestaron que no lo iban a aplicar ya que su enfermedad había sido catalogada como “tratable”.

“Amarrada a la cama sin sedantes”

“Durante cuatro días mi madre estuvo amarrada a la cama sin sedantes ni calmantes”, explica González. Señala que su madre sufría un “dolor extremo” y que su familia no comprende que los sanitarios continuaran aplicándole un tratamiento que “podía provocarle diabetes, ceguera y amputación de las extremidades en un futuro”.

Lo que más lamentan los familiares es que la mujer estuviera consciente de todo lo que le estaba ocurriendo a pesar de que no podía comunicarse con ellos. “Lo más que lograba como un grito de auxilio era una agitación con un patrón muy claro cuando intuía que estábamos cerca de la habitación”, afirma.

“Mi madre tenía hasta sal cristalizada en los lagrimales, lo que supongo le generarían también sufrimiento, además de que intuimos que se había quedado ciega. Algo que preguntamos a los doctores y tampoco nos supieron confirmar”.

González asegura que insistió para que se aplicara la ley canaria de muerte digna, amparándose en el documento ratificado por su madre, que además era administrativa del Servicio Canario de Salud y trabajaba en el área encargada de realizar este documento, en el que creía firmemente como herramienta que garantizara a la población una muerte digna.

Subraya que finalmente el pasado 15 de marzo a las 19.00 horas la doctora de guardia decidió su sedación antes de que empeorara. No obstante, su familia insiste en que ha decidido contar su historia para que no se repita esta agonía en ningún paciente y que se aplique la ley.

El hospital asegura que el relato “no se ajusta a la realidad”

El hospital asegura que el relato “no se ajusta a la realidad”En declaraciones a los periodistas este miércoles recogidas por la agencia Efe, el director médico del Hospital Doctor Negrín, Daniel Ceballos, aseguró que el relato que ofrece esta familia “no se ajusta, en absoluto, a la realidad”.

Ceballos remarcó que sus deberes legales y deontológicos le impiden revelar detalles del historial clínico de un paciente, aunque insistió en que no se dieron las circunstancias legales exigibles para poner en práctica el testamento vital de Marcela Padrón Rodrígnea y en los términos que la mujer dejó escritos.

El responsable médico del centro resaltó además que este hospital está considerado puntero en España en materia de cuidados paliativos y enfatizó que sus pacientes “pueden estar tranquilos” de que se respetan los testamentos vitales en los términos que exige la ley, cuando se considera que la situación a la que se enfrentan es ya incurable e irreversible.

Preguntado sobre si lo que ocurrió se debió a que los médicos creyeron que la paciente no estaba en una situación irreversible, sino que aún tenía opciones de vida, Ceballos se ha reiterado: “Solo puedo decirles que lo manifestado por la familia no se ajusta en absoluto a la realidad de los hechos ocurridos”.

Aridani González, ante estas declaraciones del director médico se cuestiona “¿qué es mentira?, ¿que mi madre tuvo un fallo diagnóstico y la durmieron en paliativos, que después estuvo nueve horas en Urgencias, ¿qué es mentira?”, y emplaza al responsable a denunciarle para que se puedan dirimir cuáles son las responsabilidades y cuál es la realidad de la situación.

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