“Se ruega a los familiares que no trabajen, se abstengan de traer a sus hijos e hijas por falta de educadoras. Seguimos teniendo problemas con la contratación de personal”. Es el mensaje con el que se encuentran de manera constante las familias que llevan a sus hijos e hijas a la Escuela Infantil Las Folías, en Las Palmas de Gran Canaria. El centro es dependiente de la consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, área desde la que achacan el problema a la falta de personal para sustituir las bajas laborales.
Según explican padres y madres afectadas, desde principio de curso se ha “parcheado” este problema. Hace unos meses se realizaron nuevas contrataciones pero desde que se produce una baja vuelven a evidenciarse las carencias en estos centros, que cuentan con menos plantilla que los que dependen de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias. Alexis Rodríguez es el padre de una niña de dos años que acude a la escuela Las Folías, donde el cierre de aulas por falta de educadora se ha convertido en una constante. “Me llamaron a las 7.30 de la mañana para que no llevara a la niña cuando nos estábamos preparando”, afirma.
Desde la Consejería de Bienestar Social han explicado en varias ocasiones que no pueden utilizar personal de las listas de Educación y que es necesario actualizar la lista con la que cuentan desde su área, que en estos momentos está vacía. Por ello, cuando se requiere de realizar nuevas contrataciones, este Departamento que dirige Candelaria Delgado debe recurrir a Función Pública para que autorice una oferta de empleo a través del Servicio Canario de Empleo. Pese a que esas dos contrataciones se produjeron hace unos meses, después de enero han persistido los problemas en estos centros.
El viceconsejero del área, Francis Candil, ha explicado a Canarias Ahora que esta falta de personal afecta a las 13 escuelas infantiles que dependen de esta consejería y que es cíclico, en ocasiones puede verse un centro afectado y en otras otro diferente. Señala que el personal está trabajando mucho para intentar asumir estas carencias y que en Gran Canaria incluso hay una directora que cumple estas funciones en dos escuelas. “Hay que dar solución definitiva”, admite.
Explica que en estos meses se ha trabajado con los sindicatos con el fin de sacar adelante el proceso selectivo que permita contar con una lista a la que recurrir cuando haya que sustituir bajas. Sin embargo, una fuerza sindical impugnó el proceso y asegura que por eso se ha ralentizado. Cuando se consiguió desatascar esta situación, indica que desde Función Pública tenían otro proceso en curso y tuvieron que pararlo. No obstante, confía en que en los próximos 15 días se subsane.
“Siento comunicarles que mañana no podremos recibir a sus hijos e hijas por lata de educadora que siguen todavía sin contratar. Tenemos dos bajas y de momento no se ha hecho nada para solucionar esto. La educadora titular de la clase tiene pedido el día y no hay nadie que se pueda hacer cargo de estos menores” , rezaba uno de los últimos mensajes que se enviaron desde el centro a las familias. Estas últimas semanas, las familias no han podido llevar a sus menores a clase en varios días.
Alexis Rodríguez teme que se termine cerrando el centro por esta falta de personal. Recuerda lo importante que son las rutinas para los menores y que esta situación trastoca su día a día. Al principio de curso, su hija tuvo un retroceso con el pañal, por ejemplo, debido a que había días que no podía ir a la escuela. Insiste en que los menores tienen derecho a recibir esa educación de calidad en igualdad de condiciones que otras escuelas.
Desde el sindicato Cobas inciden en que esta falta de recursos ha “provocado que las familias y los niños y niñas de estas escuelas se vean afectados, ya que no se les ha podido dar este servicio público, teniendo que ser enviados a sus domicilios, al no poder cumplir su actividad diaria y con garantías, porque sus educadoras no han sido sustituidos, sabiendo que es un servicio esencial para aquellas familias con pocos recursos o aquellas familias que necesiten este servicio público para poder conciliar su vida laboral”.
El sindicato también remarca que esto está suponiendo una sobrecarga en el trabajo del personal, pues está generando que “los trabajadores y trabajadoras vean mermados o incluso anulados sus derechos por conciliación familiar y laboral aunque estén solicitados con tiempo suficiente para el buen funcionamiento de los centros escolares” y recuerda que estas escuelas siguen sin cobertura a aquellas plazas por movilidad de trabajadores de las escuelas a otros servicios de esta consejería y que no han sido cubiertas“.
Cobas subraya que estos centros cuentan con diferencias con respecto a los que se han implantado en la Consejería de Educación desde el curso pasado, ya que estos cuentan con más personal en el aula: con un docente, un técnico superior, un auxiliar educativo y un apoyo a la hora de comedor. Sin embargo, “todo esto es asumido actualmente por un educador o educadora en las escuelas infantiles de Bienestar Social”, inciden.