La familia de Rocío Wanninkhof, la joven asesinada en la localidad malagueña de Mijas en octubre de 1999, presentará un escrito en septiembre ante el Tribunal Supremo para pedir que se reabra de nuevo el caso, según ha informado su abogado, Marcos García Montes.
El letrado ha explicado que el escrito está terminado ya y que se presentará previsiblemente el 3 ó 4 de septiembre “para que se ejecute lo que dijo el Tribunal Superior de Justicia”, que hace referencia a la implicación de más personas en el asesinato.
De esta forma, las pruebas que se incluyen para solicitar la reapertura del caso se basan en el veredicto del jurado popular en el juicio contra el británico Tony King -condenado a 19 años por este asesinato- que establecía que fueron necesarias otras dos personas para cometer el crimen y trasladar el cadáver, según informa el diario la Opinión de Málaga.
La madre de Rocío, Alicia Hornos, ha asegurado que se siente con las mismas fuerzas que al principio para afrontar el nuevo proceso porque su hija “merece que se haga justicia y eso es lo que da la ilusión para seguir luchando”.
Aunque no ha querido inculpar a nadie, ha hecho referencia a la declaración de King, que implicó a su amigo Robert Graham y a la ex compañera sentimental de la madre de Rocío, Dolores Vázquez.
Por otra parte, el letrado de la familia también tiene previsto presentar una querella contra Televisión Española (TVE) por una miniserie emitida sobre el caso de su hija, ya que considera que no responde a la realidad y que son “un conjunto de mentiras y más mentiras”, según añade el diario.
Rocío Wanninkhof, de 19 años, desapareció el 9 de octubre de 1999 en Mijas y su cuerpo fue encontrado el 2 de noviembre de ese año en un paraje de Marbella.
Once meses después, la Guardia Civil detuvo a Vázquez, a la que todos los indicios unían con el crimen, pese a no existir una prueba sólida que determinara su implicación, que ella negó en todo momento.
El jurado la declaró culpable de asesinato el 19 de septiembre de 2001 y, una semana después, fue condenada a 15 años y un día de prisión y a pagar una indemnización de 18 millones de pesetas (108.000 euros).
Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anuló la sentencia el 1 de febrero de 2002 al considerar que no estaba debidamente motivada y Vázquez fue puesta en libertad bajo fianza, decisión que ratificó el Tribunal Supremo.
El Ministerio de Justicia cifró en 120.000 euros la indemnización para ella por el daño ocasionado tras pasar 17 meses en prisión.
Tras el asesinato de la joven de Coín Sonia Carabantes el 14 de agosto de 2003, las muestras de ADN recogidas en ambos escenarios permitieron conectar los dos crímenes.
Al ser detenido el británico Tony Alexander King el 18 de septiembre de 2003 en Alhaurín El Grande (Málaga) y autoinculparse de ambas muertes ante el juez de Coín, se suspendió el nuevo juicio contra Vázquez, que fue exculpada.
No obstante, en la vista oral por el caso Carabantes, King proclamó su inocencia e implicó a Dolores Vázquez y a su amigo Robert Graham en ambas muertes, así como en la desaparición de María Teresa Fernández, en agosto de 2000, en Motril (Granada).