La nueva pista que la Guardia Civil ha desvelado este jueves sobre la desaparición del niño Yéremi Vargas, cuando se cumplen nueve años desde que fuera visto por última vez mientras jugaba con dos de sus primos en un solar junto a su casa de Vecindario, en Gran Canaria, ha reavivado la esperanza de hallarle.
José Suárez Castellano, el abuelo del niño, en cuya casa vivió desde que nació, ha afirmado que no parará hasta que aparezca su nieto y ha considerado que la pista del coche Renault blanco, sobre la que ha informado la Guardia Civil, “es muy buena” y puede llevar a “trincar” a la persona que raptó al niño.
Ha señalado que la vecina que habló sobre ese coche hace cuatro años o más “estaba muy acertada en lo que dijo” y parece que “esa va a ser la buena entre tantas” pistas sobre las que se ha trabajado en estos años.
El abuelo del niño ha manifestado que el coche que ahora se busca llamó la atención de esa testigo porque estaba aparcado en sentido contrario, en la calle paralela a la suya, por la que también se accede al solar, y además tenía una puerta a medio abrir y el sillón echado hacia delante, por lo que creen que se llevaron al menor en ese vehículo.
Suárez Castellano ha hablado este jueves como portavoz de la familia y en representación de su hija, Ithaysa, la madre de Yéremi, ya que ella está trabajando y prefiere no hacer declaraciones a los medios de comunicación, labor que ha desempeñado el abuelo desde primeras horas de la mañana, cuando ha abierto su casa, ubicada en la calle Honduras de Vecindario, a los periodistas que se han acercado a interesarse por su nieto.
Ofreciendo “cafelito” y expresando su gratitud por el interés que aún despierta la desaparición de Yéremi, Suárez ha vuelto a recordar cómo fue ese día, cuando le llamaron para que subiera a comer y nunca se supo de él.
El abuelo ha vuelto a mostrar la habitación de su nieto, que la mantiene igual a como la tenía el niño, con su televisor, su ordenador y su muñeco de ET y demás juguetes, y con las muestras de apoyo que ha ido recibiendo en estos años, entre ellas dos figuras de dos guardias civiles, cuerpo al que están muy agradecidos porque casi todas las semanas se acercan a contarles la marcha de la investigación.
“Esto es durísimo, muy duro”, ha manifestado Suárez Castellano, quien revela que, a veces, por la noche se asoma al cuarto de Yéremi cuando se levanta para ir al baño y cree que se lo va a encontrar.
“Las lágrimas ya no salen”, pero este nuevo aniversario de su desaparición produce “una tristeza tremenda”, ha reconocido el abuelo, quien ha insistido en que con la reciente pista están “muy esperanzados”.
“Siempre estamos con él en la mente y no lo vamos a olvidar”, ha afirmado el padre de Ithaysa, quien ha añadido que “la familia quiere mantener el optimismo” y él más que ninguno porque dice que está convencido de que va a parecer.