''La diversidad es nuestra fortaleza''. Miles de personas se han concentrado este 8 de marzo en las calles de Canarias para lanzar un grito de unidad contra las violencias machistas. Mujeres migrantes, con diversidad funcional y del colectivo LGTBI han encabezado la manifestación en Santa Cruz de Tenerife, donde el cartel de ''feminismos sin fronteras'' ha abierto el recorrido que comenzó en la Plaza Weyler a las 19.00 horas. Frente a la división que se ha producido en otras Comunidades Autónomas, en el Archipiélago las asociaciones han convocado un solo recorrido en cada isla.
''Hoy, de nuevo, queremos gritar que no hay fronteras entre nosotras, ni muros que nos separen en nuestra diversidad porque esa es nuestra fortaleza. Somos mujeres de todos los estratos sociales; mujeres madres o que no quieren serlo; mujeres de diversas orientaciones sexuales, mujeres trans, mujeres racializadas, mujeres migrantes. Mujeres, juntas, respondiendo desde el feminismo por todas'', rezó el manifiesto de este año.
En la capital tinerfeña, las mujeres saharauis estuvieron presentes en la marcha, para reivindicar su dignidad y la de su pueblo. En uno de los carteles mostraron su apoyo a Sultana Khaya, una de las activistas y defensoras de los derechos humanos más conocida en el Sáhara Occidental. Khaya, que forma parte de la resistencia ante la ocupación marroquí, ha denunciado en múltiples ocasiones la represión y las agresiones por parte de las autoridades de Marruecos.
''Queremos recordar a las mujeres asesinadas o señaladas por defender la tierra y preservar sus comunidades, por defender los Derechos Humanos, por resistirse al colonialismo y luchar contra el patriarcado. Por reivindicar un trabajo digno, por negarse a su explotación sexual, por señalar el racismo''.
''Hace dos años que se declaró la pandemia, y ha sido duro para todos, pero en particular para todas, porque sobre las mujeres de nuevo es sobre las que ha recaído principalmente el trabajo más esencial e imprescindible de la sociedad: el trabajo de los cuidados'', rezó el manifiesto leído en Gran Canaria. Así, las manifestantes han exigido mejores medidas que permitan el reparto de este trabajo entre hombres y mujeres y recursos suficientes para la dependencia, personas mayores y la infancia.
También han hecho referencia al aumento de la violencia de género en la erupción de La Palma. ''Ocurre en todos lados y con agresores de todas las edades, pues los jóvenes siguen siendo educados en machismo, que sigue manchando sus manos con nuestra sangre''.
Asimismo, en las dos islas capitalinas se ha gritado en contra de la guerra en Ucrania. ''Como feministas decimos no al negocio de la guerra, a la resolución no pacífica de conflictos, a poner por delante de las vidas de la gente común los intereses económicos de los Estados''.
Premios y antipremios
En Gran Canaria, además, se repartieron los premios y “antipremios”. El premio Simone de Beavoir 2022 fue para Conchi Acosta Díaz, que falleció en enero a los 66 años. La Red Feminista de Gran Canaria quiso homenajear su trayectoria vinculada a la atención a las mujeres víctimas de violencia machista.
El premio Berta Cáceres 2022 fue para las hermanas Khaya y las mujeres saharauis por ''abanderar la lucha por la libertad pese a llevar más de un año sufriendo vigilancia, allanamientos, torturas, robos y agresiones sexuales por parte de las tropas marroquíes''.
El Estropajo de Esparto fue para el Parlamento de Canarias. Aunque reprobaron las palabras homófobas del obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez Afonso, que ya tiene un premio estropajo (2017), votaron en contra de la propuesta de dejarlo fuera de los actos públicos convocados por la cámara.
El Estropajo de brillo fue para el entrenador del equipo femenino del Rayo Vallecano, Carlos Santiso, por incitar a la cultura de la violación y a la directiva del club por no cesarlo. ''Desde la Red Feminista consideramos insoportable tener a un hombre con ese grado de machismo al frente de un equipo de mujeres y les recordamos que no están solas''.
Por último, el Estropajo de verguilla fue otorgado a la Dirección General de Protección a la Infancia y la Familia y a las personas responsables de los centros y casas donde vivían las menores víctimas de prostitución y agresión sexual del caso 18 lovas. ''Hace meses que pedimos una comisión de investigación que depure responsabilidades, genere los protocolos para la prevención de la violencia sexual y mejore el sistema de protección de menores''.