El Ministerio Fiscal y la acusación popular consideran probado que Inmaculada Vega fue la “autora material” de las heridas que provocaron la muerte de su hija, Yunaisi, y que Yeray González es también culpable por omisión. La defensa ha pedido para ellos la libre absolución y de forma paralela el homicidio involuntario. El juicio para esclarecer la autoría de la muerte del bebé de seis meses ha quedado visto para sentencia en los juzgados de Puerto del Rosario, en Fuerteventura.
El mordisco en el muslo de Yunaisi que, según los forenses, corrresponde a Inmaculada Vega ha sido determinante para que tanto la Fiscalía como la acusación popular se hayan mostrado implacables con la imputada. “Nunca llevó al bebé al médico ni le puso las vacunas”, según ha afirmado el letrado de la acusación popular.
Manuel Fajardo, asegura que la propia Inmaculada reconoció en unas declaraciones “que evitó asistir a un centro médico para que no le acusaran a ella” de las heridas que padecía Yunaisi. En su declaración de hechos probados, el fiscal destacó, asimismo, que el bebé había padecido “un largo calvario” con malos tratos continuados y presentaba, varias costillas rotas “y más de 16 hematomas”. Por ello, Fiscalía y acusación popular consideran que Inmaculada Vega fue la autora material de la muerte de Yunaisi y su compañero culpable por omisión. Piden también para ellos el “agravante de parentesco”
El letrado de la acusación popular señala además, que tanto Inmaculada como Yeray “son consumidores de hachis y de cocaína” y concluye que ambos “acabaron con la vida de la niña”. Fajardo va más allá y señala que ambos acusados podrían ser cómplices de tratar de desviar la atención sobre la verdadera causa del fallecimiento “para que pareciera natural”, al hallarse restos de una sustancia, que podría ser carmín, en el pañal de la niña.
Una “manipulación”, según la abogada
Por su parte, la abogada de Inmaculada, Amayra Díaz, trató de defender a la acusada señalando directamente como culpable a quien fuera su compañero sentimental. A su juicio, los restos encontrados en el pañal constituyen “una clara manipulación que se efectúa cuando Yeray está solo”. Además, destacó “las múltiples mentiras y contradicciones” que ha dicho el acusado y señaló que la pequeña nunca había padecido malos tratos “hasta que empezó la convivencia con el imputado”. Así pidió la libre absolución para Inmaculada y de forma paralela el homicidio imprudente.
En el mismo sentido se pronunció, el abogado del acusado, Francisco Zambrano, quien considera que no existen pruebas para determinar quién fue el autor del zarandeo que pudo causar la muerte del bebé y manifestó que “la única prueba de maltrato que hay (el mordisco en el muslo) corresponde a Inmaculada”. A su jucio, únicamente se puede acusar a su defendido “de negligencia o idiotez”.
Yeray González no quiso hacer declaraciones al concluir la vista oral e Inmaculada, visiblemente emocionada, sólo alcanzó a afirmar que “no sé qué decir, estoy dolida”.
Ambos se enfrentan a 18 años de prisión por homicidio y malos tratos, con el agravante de parentesco. La Fiscalía además solicita la imputación del hermano de Yeray, Iván, por falso testimonio al autoinculparse al inicio del proceso.
Una vez finalizado el juicio, se vivieron momentos de tensión cuando ambos salieron a la calle. Inmaculada increpó a algún familiar de Yeray a quien gritó: “Como te coja, te mato”.