El Gobierno de Canarias ha recortado a la mitad las ayudas para tesis doctorales de este año y solo un día después ha reculado su decisión tras la presión de los investigadores. El Ejecutivo deja así 'colgados' a jóvenes que solicitaron una plaza para el programa predoctoral de formación y que tenían derecho a recibirla de acuerdo con las bases de la convocatoria. El pasado mes de julio, la Agencia Canaria de Investigación ofertaba 30 plazas para este programa. Sin embargo, este 23 de abril la sorpresa de los investigadores se produjo al comprobar que en la resolución se matizaba que solo se habían podido conceder 15 del total de plazas ofertadas en un principio. El motivo se fundamentaba en la falta de presupuesto.
La asociación de jóvenes investigadores de Tenerife ha mostrado su indignación tras conocerse este escrito. Su presidenta, Sara Barrios, señala que, después varios meses esperando por esta resolución, a la angustia por el retraso se le añade que se haya dado a conocer a último momento este drástico recorte de plazas. Por ello, los miembros de este colectivo han comenzado una movilización a través de las redes sociales con la finalidad de denunciar lo que consideran una auténtica “falta de planificación” por parte del Gobierno de Canarias.
A la convocatoria se presentaron un total de 166 personas, que, según alega el colectivo, han tenido que pasar por numerosas dificultades en un arduo trámite burocrático para demostrar méritos. Si ya de por sí la cifra de 30 ayudas les parecía irrisoria en una de las comunidades que menos invierte en I+D+i (solo el 0,5% de su PIB), el hecho de que se reduzca a la mitad y sin previo aviso estas ayudas ha aumentado su indignación.
El director de la Agencia Canaria de Investigación (ACIISI), Manuel Miranda, ha precisado a este diario que estas ayudas se contemplan en programas plurianuales. Desde 2016, explica que sí que se estaban ofertando 30 plazas en cada convocatoria, porque sabían que podrían mantenerse con el Fondo Social Europeo. Sin embargo, según sostiene, al haber ejecutado ya casi la totalidad de las partidas para este fin, desde la Dirección General de Presupuestos se les ha informado de que con esta convocatoria se superan los límites establecidos para el período 2020-2022.
Miranda insiste en que a través de la ACIISI se mantienen en total 105 plazas de doctorando (si a los 90 contratos ya vigentes se le suman los 15 ofertados este año). Además, subraya que no es el único eje en el que trabaja la agencia y puntualiza otros como los proyectos de postdoctorados, campos de excelencia, campos de investigación... Aclara que, de momento, no se ha barajado si existen otras opciones para financiar estas plazas e indica que, de cara al próximo programa de fondos europeos, que llegará en 2020, sí se podría contemplar que se destinen más partidas a este fin. Recuerda que estos fondos se planificaron en el año 2013 y en 2016 se realizó una reprogramación, por lo que ya no hay tiempo de destinar más fondos europeos a estas ayudas para tesis doctorales.
Sin embargo, después de dar estas explicaciones, la consejería de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias anunciaba en la tarde de este jueves en su página web que “garantiza la concesión de 30 nuevos contratos predoctorales para investigadores”. Una precisión que no ha sido del todo bien recibida ya que no se trata de 30 “nuevas plazas” sino de las mismas que estaban previstas en un principio en la convocatoria.
El departamento que dirige Pedro Ortega anuncia que en mayo se publicará la resolución definitiva de la convocatoria anticipada de 2019 del programa plurianual de ayudas para la Formación de Personal Investigador, en la que “se ampliará el número de becas previsto inicialmente en la resolución provisional hasta sumar un total de 30”. Sin embargo, la convocatoria ya recogía que este sería el número de beneficiarios y nunca hablaba de becas, ya que son “ayudas” y “contratos de formación”.
Los jóvenes investigadores en período predoctoral (la base de todo sistema de investigación de calidad) denuncian que conforman uno de los sectores más afectados por los recortes en I+D+i y por la falta de financiación estatal y regional. Señalan que “una vez más” el colectivo se ha visto “vapuleado por la Administración pública que, en muchas ocasiones, no sabe lo que significa trabajar para la sociedad sin tener una retribución”.
Estos investigadores sostienen que la convocatoria es tan exigente que deja por el camino a muchas personas válidas, pero que desisten por “toda la burocracia” que supone y el “tremendo desincentivo” que produce tener que adaptar una investigación de calidad a los criterios que esta convocatoria estipula. El desánimo se acentúa entre quienes, a pesar de haber superado todos estos obstáculos, se quedaron sin plaza “no por no estar a la altura sino por una cláusula de disponibilidad de gasto”.
A juicio de la Asociación de Jóvenes Investigadores de Tenerife, el hecho de que estas ayudas se financien en un 80% por el Fondo Social de Desarrollo Europeo ya pone de relieve la “falta de planificación del Gobierno de Canarias en investigación”. “¿Cómo es posible que Canarias, la comunidad autónoma con mayor superávit, sea la que menos invierte en I+D+i de todo el Estado?”, manifiesta el colectivo, para el que “sin ciencia, no hay futuro”.
La Universidad de La Laguna (ULL) está respaldando al sector de los investigadores en este sentido y ya ha pedido una reunión urgente al presidente del Gobierno regional, Fernando Clavijo (CC) para que mantenga el número de ayudas para tesis doctorales que inicialmente estaba previsto. El rector, Antonio Martinón, considera que se trata de una situación “especialmente lamentable” cuando el propio Gobierno de Canarias ha reiterado la necesidad de “dar pasos para alcanzar una economía más basada en el conocimiento, lo cual solamente se puede conseguir con más investigación”.
Martinón recuerda también en un comunicado que Canarias solo destina el 0,5% de su PIB regional a la investigación y desarrollo, lo que sitúa al Archipiélago como la penúltima comunidad autónoma en ese capítulo de inversiones donde la media española en actividades I+D es del 1,2.